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Un golpe mundial

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El Seleccionado consiguió una victoria histórica sobre España y le dio un título a una disciplina que tiene sus bases en la zona de Cuyo y acredita otros importantes logros.

 

Impacto. Ordóñez, pieza clave del equipo, convirtió uno de los goles en el triunfo por 6 a 1 ante el conjunto español, una potencia.

En el Casino de Oficiales de la Policía, ubicado en el departamento de Rivadavia, a 6 kilómetros de la capital, un grupo de hombres se prepara para el Mundial de hockey sobre patines de San Juan 1978. Falta un mes. Ejercicios ergonómicos, estudios médicos, psicólogos y hasta pedicuros para los jugadores, que nunca habían concentrado. 15 días antes del debut, el plantel se dirige a Mendoza. En un hotel céntrico, César Menotti, reciente entrenador campeón del mundo con el Seleccionado de fútbol, les dice que confíen en sus condiciones. La reunión dura una hora y media. El arquero Julio Briones sale convencido: van a ser campeones mundiales por primera vez en la historia.
El 11 de noviembre, en el estadio Parque de Mayo, después de jornadas en las que jugaron 3 partidos, la Argentina venció 3-1 a España, que necesitaba apenas un empate para salir campeón. Fuera de los focos que apuntaron a la Selección de fútbol, aquel equipo de 1978 también fue aprovechado por la dictadura militar.
37 años después, la Selección logró el quinto Mundial, reafirmando los progresos exhibidos por la disciplina tras la conquista de ese primer título, que fue todo un suceso. En el parquet francés del Vendespace de La-Roche-sur-Yon, el conjunto nacional derrotó 6-1 en la final a España, que acumulaba 71 triunfos oficiales consecutivos en 12 años (no perdía desde el 3 de octubre de 2003). En el camino, superó a Suiza (7-1), Inglaterra (8-1), Mozambique (5-4), Francia (5-0) y Portugal (6-2). Hubo celebraciones en la plaza 25 de Mayo de San Juan. Recibimiento de 10.000 hinchas en el estadio Aldo Cantoni, la catedral argentina del hockey sobre patines. España, máxima campeona mundial con 16 títulos, le había ganado a la Argentina las últimas 3 finales mundiales, siempre por un gol. El hockey sobre patines del Barcelona, de hecho, es el deporte con más éxitos en la historia del club. Hoy juegan allí los argentinos campeones Lucas Ordóñez y Reinaldo García. En el plantel campeón hubo 9 sanjuaninos –Ordóñez, Reinaldo García, Ariel Svriz, David Páez, Matías Platero, Carlos López, Carlos Nicolía, José García y Gonzalo Romero– y dos mendocinos –Valentín Grimalt y Federico Sánchez–. La mayoría tuvo rendimientos clave para ganar un torneo que tuvo sabor especial por otras cuestiones. Por caso para Páez, todo un símbolo del hockey sobre patines, quien decidió su retiro tras la obtención del certamen en La-Roche-sur-Yon. Emocionado, señaló: «Lo único que pensé cuando terminó el partido es que por fin mi viejo me vio campeón del mundo. El hockey me dio demasiado y con esto yo le di demasiado. Esta era la oportunidad de irme como quería. ¿Qué más puedo pedir que retirarme así?».

Camino a la gloria
En 1970, la capital cuyana fue sede por primera vez del Mundial. Argentina terminó cuarta. San Juan 1978, en cambio, fue la puerta de entrada de la Selección argentina a una cadena de éxitos. Si Bahía Blanca es la capital del básquet y Tigre del remo, San Juan es la del hockey sobre patines. Allí los hockistas son ídolos populares. Lo que facilitó la práctica del patinaje sobre ruedas en la capital sanjuanina fue que entre 1937 y 1938 se pavimentaron 504 cuadras en hormigón armado bajo la gestión del intendente Silvio Baistrocchi, y 10 años antes ya era una de las principales disciplinas en la Sociedad Juventud Libanesa.
El origen de la disciplina en tierras cuyanas, y su continuo crecimiento, generó éxitos que trascendieron fronteras. Desde España, Italia y Portugal llegan año tras año emisarios de los clubes para ver a los niños que serán los futuros cracks. Por otra parte, entre San Juan 1978 y La-Roche-sur-Yon 2015, la Argentina ganó los mundiales de Novara 1984, Recife 1995 y Reus 1999. No hay ningún deporte de conjunto argentino pentacampeón del mundo. Otros 5 mundiales suma el Seleccionado femenino, vigente campeón. El hockey sobre patines solo fue olímpico en los Juegos de Barcelona 1992 como deporte de exhibición. Y, también, el oro fue argentino. Pese a estos  antecedentes, la final ante España fue omitida por la televisión de aire.
En 2012, sin más, el hockey sobre patines dio un golpe de timón: se separó de la Confederación Argentina de Patín y, entre las asociaciones sanjuanina y mendocina, crearon la Federación Argentina de Hockey sobre Patines. 8 años antes, Ernesto González Molina, presidente de la Confederación, había sido procesado por «administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública» y uso de documentación privada falsa. La separación benefició el rendimiento de los seleccionados. La Secretaría de Deporte le giró 802.000 pesos a la nueva federación para el Mundial de La-Roche-sur-Yon. «Teníamos que llegar a la semifinal siendo un equipo defensivamente perfecto, porque si España nos metía un gol y después otro, no había forma de ganarle. Eso le decía al grupo, que me respeta y me escucha mucho», cuenta Páez, autor de 2 goles en la final. «Este es un deporte muy lindo y nos ha dado muchas alegrías. No tenemos mucha infraestructura ni muchas canchas ni muchos apoyos. Estas son las condiciones». Sin embargo, la historia del deporte argentino, lejos de las estrellas televisadas y del epicentro de Buenos Aires, marcha ahora sobre ruedas.

Roberto Parrottino