28 de diciembre de 2017
En el bar, Rebequita y Tobías organizan la reunión de Navidad. ¿Tarde de paz, tarde de amor? Hum.
–Tobías de mis estrecheces, no entiendo por qué tenemos que pasar la Navidad con el tío Fedepobre. ¡Él siempre se encarga de amargarnos la reunión!
–Bueno, Rebequita de mis sístoles y mis diástoles, el tío Fedepobre también es parte de la familia. Vos viste cómo es esto, no queremos dejar a nadie afuera y cada uno trae algo. Unos traen cosas dulces, otros saladas, y el primo cosas amargas.
–¡Vos decís eso, pero la prima Turrita siempre viene con las manos vacías!
–Y menos mal, porque la única vez que vino con las manos llenas, estaban llenas de novios. A los cuatro juntos trajo, y se la pasaron comiendo el vitel-kanikamé que con tanto amor y tanto kanikama había preparado la tía Chismopedia.
–Sí, y después de morfarse todo lo que hicieron los demás, se pusieron a brindar por la meritocracia, con la bebida que trajo el querido Surberto.
–¿Era sidra o champán?
–Ay, Tobías de mis arrebatos alcohólicos, no lo sé. Viste que él prepara todo artesanalmente en ese mini desprendimiento que tiene con el primo Resignardo. Él la llama «champidra extra brut», pero para mí que es soda.
–Bueno, podemos decirle a tía Gragea que se traiga unos canelones a la previsional.
–Vos sabés que la tradición es que la tía, a las reuniones, siempre trae quejas, que es lo que mejor le sale. Antes las traía su mamá, la tiabu Soluciónfisiológica, y nadie en la familia se animaba a competir. ¿Cómo eran los canelones a la previsional?
–Son iguales que los otros, pero cada vez más chiquitos. Antes se decía que había que hacerlos un 82% de los comunes, pero ahora el gobierno publicó una nueva receta.
–¿Y son más ricos?
–No, más pobres. Pero dicen que hacen bien.
–¿A quién le hacen bien?
–Eso no lo dicen. Bueno, siempre se puede preparar una «fondue de buitre», que aunque no le gusta a nadie, todos terminan aceptándola.
–¿Y qué te parece si empezamos la reunión con algún trago?
–Bueno, que sea sapo, como el año pasado.
–¡Bien! ¡Gingle bells, gingle bells!
–¿Y eso qué es, una nueva multinacional que tampoco va a traer inversiones?
Silencio en la tarde.