20 de febrero de 2025
El proyecto de demolición del mítico estadio Luna Park, presentado por el Arzobispado de Buenos Aires y el empresario Diego Finkelstein, fue aprobado en tiempo récord durante el receso vacacional y sin modificaciones por la Comisión Nacional de Monumentos aun cuando el estadio, de notable importancia para la historia deportiva y cultural de la Argentina, tiene prohibida su demolición por haber sido declarado Monumento Histórico Nacional en 2007 y por estar localizado en un Área de Protección Histórica. Además, tampoco podría tener ni siquiera cambios internos o de volumen original. Aun así, el proyecto aprobado plantea que la capacidad del estadio se extienda de 8.400 a 13.000 espectadores. Organizaciones que defienden las estructuras edilicias históricas del paisaje urbano como la Fundación Ciudad y Basta de Demoler sostienen que el estadio puede ser remodelado sin incumplir las normas de protección patrimonial ni comprometer su valor histórico. Sin embargo, ninguna tuvo respuestas cuando solicitaron acceder al expediente del caso y al acta de aprobación de la demolición. El destino del Luna Park depende ahora de la decisión del jefe de Gobierno y del Vaticano.