23 de abril de 2024

El país andino realizó la primera eutanasia de su historia tras la sentencia de un tribunal. Ana Estrada, postrada en cama y que requería un respirador artificial, tenía 47 años y padecía desde hacía tres décadas una rara enfermedad incurable llamada polimiositis, que provoca debilidad muscular. La batalla de Estrada comenzó en los tribunales en 2016 para lograr por el acceso a la eutanasia, ilegal en Perú. Pero los intentos por hacer entender su situación a los juristas encargados de emitir una sentencia al respecto eran en vano. Fue en 2019 cuando decidió abrir una página web donde se podía expresar y lanzar su último deseo. Dos años después, en 2021, la Corte Superior de Justicia de Lima ordenó al ministerio de Salud de Perú que respetara la voluntad de Estrada de poner fin a su vida sin que aplicara el Código Penal, para evitar que los profesionales que intervinieran en su tratamiento fueran procesados. En 2022, la Corte Suprema ratificó el caso y Ana, psicóloga de profesión y convertida en un símbolo de la eutanasia en Perú, tuvo vía libre para decidir sobre su vida. Su abogada, Josefina Miró Quesada, confirmó en X su fallecimiento.