24 de agosto de 2017
Río de Janeiro. Protesta contra la violencia. (CHIBA/AFP/Dachary)
«No vamos a ser el primer partido que hable por los negros, los pobres, los marginados y los oprimidos, vamos a ser el primer partido conformado por esas personas». Así se expresó el activista y fundador del Frente Favela Brasil, Celso Athayde, sobre el reconocimiento oficial que reclama ese colectivo para convertirse en una fuerza política que combine «rebelión y votos». Con la intención de competir en las elecciones presidenciales de 2018 con un candidato afrodescendiente, el frente calificó este paso como «revolucionario». Así, intensificarán durante setiembre la campaña de junta de firmas de apoyo en los miles de centros que logró extender en todo el país, con el fin de obtener la personería que les permita participar de los comicios. El lanzamiento del espacio se produce en el marco de dos hechos emblemáticos vinculados con la discriminación de negros y mestizos pobres: la militarización de las favelas de Río de Janeiro dispuesta por el gobierno de Michael Temer y el encarcelamiento de Rafael Braga, joven activista por los derechos humanos que fue víctima de una causa armada por las fuerzas policiales.