23 de septiembre de 2015
Una corte de apelaciones de Lyon le dio la razón a un granjero que llevó a juicio a la estadounidense Monsanto. El tribunal francés confirmó la sentencia emitida en 2012 por la que la multinacional tendrá que indemnizar al agricultor Paul François, quien resultó envenenado al inhalar el herbicida de maíz conocido como Lasso. François padeció problemas de habla, sangrado de nariz, dolores de cabeza, ausencias. Fue internado en 2004 y un año después identificaron que los daños eran producidos por la sustancia monoclorobenceno, incluida en el producto que, en ese momento, ya estaba prohibido en Bélgica, Canadá y Gran Bretaña. Ahora que Monsanto fue culpada de «incumplimiento de contrato» y de «haber faltado a su obligación de informar los riesgos y no respetar las normas de envasado de los productos», podrían prosperar cientos de reclamos de granjeros galos afectados.