27 de noviembre de 2014
Se llama Podemos. Es una nueva formación política de izquierda y está asustando a la clase política y dirigente española porque se plantea ganar las elecciones generales del año que viene. Podemos es la gran novedad de la situación política en España, más que la crisis económica o el empuje independentista de Cataluña, aunque su creación está directamente vinculada con estos dos hechos. El 25 de mayo de 2014 se realizaron las elecciones al Parlamento europeo y Podemos –liderada por el profesor universitario Pablo Iglesias– obtuvo cinco bancas, sorprendiendo a propios y ajenos. A nivel nacional obtuvieron más de un 1.200.000 votos, convirtiéndose en la cuarta fuerza electoral y en Madrid se ubicaron terceros, después del Partido Popular –en el gobierno– y del Partido Socialista Obrero Español.
Podemos tiene grandes diferencias con la izquierda tradicional española. En primer lugar, es un emergente directo de la crisis y del movimiento 15M. En este sentido es un auténtico movimiento de protesta. En segundo lugar, declararon que su objetivo es llegar a la presidencia. Los dirigentes de los dos partidos que gobernaron España desde la muerte de Franco no les creyeron y los tomaron como un fenómeno pasajero. En octubre, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas ubicó a Podemos como el primer partido en intención de voto y la noticia fue central en casi todos los medios de comunicación. A comienzos de noviembre Podemos realizó una Asamblea Ciudadana para elegir su dirección política y proclamó a los cuatro vientos que su próximo objetivo es ganar las elecciones generales de diciembre 2015. Ya nadie puede decir que Podemos es un grupito de jóvenes universitarios con buenas intenciones y esto asusta sobremanera a los dos grandes partidos españoles y al establishment económico, que observan cómo el movimiento crece sin parar. Toda una revolución para España.