Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

Contra la resignación

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Senado. Sesión en la que se aprobó por amplia mayoría la Ley de Financiamiento universitario. Milei anticipó que la vetaría.

Foto: @senadoargentina

El «ajuste más grande de la historia», mencionado recurrentemente por el presidente Javier Milei, va horadando con rapidez el nivel de vida de las grandes mayorías sociales. De allí que se preanuncian diversas reacciones de los núcleos más perjudicados, quienes avizoran con preocupación que su actual situación lejos está de mejorar, en realidad, se prevé lo contrario.

Así surge del proyecto de Presupuesto nacional enviado por el Poder Ejecutivo al Parlamento, en el que se establecen restricciones muy severas a todo lo relacionado con la inversión social: salud, educación, transporte, cultura, previsión social, vivienda, fomento a la industria, entre otros.

A ese escenario de fondo se debe adicionar la situación en el Congreso, que en sus últimas sesiones infligió algunas derrotas a las políticas nodales del Gobierno nacional. Una de ellas fue el rechazo al DNU que otorgaba 100.000 millones de pesos extra a la Side. La otra, más trascendente aún, es la aprobación del proyecto que otorga financiamiento a las universidades nacionales, accediendo al reclamo de los docentes, trabajadores y estudiantes de las casas de altos estudios del todo el país.

En tal sentido, el presidente ya anunció que esta ley será vetada, lo cual inevitablemente generará una nueva confrontación en el Congreso. Sin embargo, en esta oportunidad el debate será influenciado por lo que seguramente será una masiva marcha de carácter nacional, que ya fue convocada por las instancias universitarias.

En esta oportunidad, además, se sumará el fuerte reclamo de los jubilados a favor del aumento de sus ingresos que fuera vetado por el presidente de la Nación.

A la vez, los principales gremios del transporte (ferrocarriles, colectiveros, portuarios, camioneros y aeronáuticos) se declararon en estado de alerta y movilización «frente al juste y en solidaridad con los sindicatos aeronáuticos», y también anuncian un plan de lucha.

Francisco. El papa instó a los referentes sociales a «ser protagonistas de la historia».

Foto: NA


Mensaje desde Roma
En ese marco, irrumpió la voz del papa Francisco, quien eludiendo el habitual lenguaje vaticano, con sus respectivos cuidados diplomáticos, salió a confrontar directamente con el Gobierno nacional, fundamentalmente en cuestiones de carácter ideológico.
El papa hizo públicas sus críticas a la gestión mileísta, saliendo al cruce de la narrativa presidencial de que la justicia social es un robo, consecuentemente los recursos son finitos y por lo tanto no se puede aceptar que ante una necesidad existe un derecho, porque alguien tiene que pagarlo. El papa fue contundente: «Si no hay buenas políticas nacionales que afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo, trabajo, un salario justo y derechos sociales adecuados, la lógica del descarte se va a extender dejando a su paso violencia y desolación».

El pontífice argentino tomó la decisión de influir en la opinión pública y en las fuerzas sociales y políticas, defendiendo a los núcleos más humildes, las clases medias y a los jubilados reprimidos con gas pimienta, y criticando a los políticos «que se entregan a los cocodrilos».

Consecuente con esta prédica convocó a los referentes sociales a «ser protagonistas de la historia. Ustedes van al frente –dijo– y son custodios de la justicia social. Protesten y realicen obras de inclusión».

Al final, con un sentido positivo y desde una perspectiva histórica afirmó que «tarde o temprano las cosas cambiarán para bien».
Así, en el marco de creciente rechazo al ajuste que registran encuestas de opinión y se verifica en las reacciones sociales y sindicales mencionadas, Francisco convocó al pueblo a «no resignarse» y manifestó: «Los acompaño en su camino».

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