Opinión

Carlos Heller

Dirigente cooperativista

Definiciones en China y Brasil

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Acuerdos. Massa en Beijing con el ministro de Comercio de China, Wang Wentao.

Foto: Télam

Las reuniones de esta semana de altos funcionarios argentinos con los países de la región, por un lado, y con representantes del Gobierno y empresarios de China por otra parte, una de las mayores economías del mundo (y contraparte central en materia de comercio y financiamiento), mostraron con nitidez el proyecto que caracteriza al Frente de Todos.
Brasilia fue sede de uno de esos encuentros, convocado por el presidente Lula da Silva y que congregó a jefes de Estado de Sudamérica, como continuidad de la decisión de Brasil y Argentina de reincorporarse al ámbito de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
En escenarios más distantes, Shangai y Beijing, se lograron importantes acuerdos, tanto para sostener el nivel de reservas monetarias como para respaldar proyectos energéticos, de agua y saneamiento que beneficiarán a millones de argentinos y argentinas.
La búsqueda de soluciones a problemas inmediatos incluyó, en el ámbito interno, el balance positivo del mecanismo de liquidación de divisas denominado «Dólar soja 3». A través de ese programa se recaudaron 5.080 millones de dólares, lo que permitió hacer frente a importaciones imprescindibles y sumar a la vez 850 millones de dólares de reservas en el acumulado de mayo.
Igualmente relevante fue el resultado de la misión a China del ministro de Economía, Sergio Massa, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, junto a una comitiva integrada además, entre otros, por los legisladores Cecilia Moreau y Máximo Kirchner.
El país asiático comprometió desembolsos por 3.000 millones de dólares para las obras en las represas de Santa Cruz; la construcción de plantas depuradoras de agua y saneamiento en las ciudades bonaerenses de Gregorio de Laferrere y El Jagüel (donde viven 1.600.000 personas); y la financiación del proyecto AMBA 1 para la distribución de energía eléctrica en la región metropolitana, entre otros proyectos.

Avances estratégicos
Adicionalmente, el Banco Popular de China acordó renovar por otros tres años el swap de monedas formalizado en yuanes y aumentar las divisas de libre disponibilidad por hasta 10.000 millones de dólares, el doble de lo que estaba vigente. Se podrán utilizar esos recursos para facilitar el comercio bilateral, pero también para intervenir en los mercados locales y estabilizar la cotización de los dólares financieros.
Esos logros se complementaron con definiciones estratégicas que revalorizaron rumbos abandonados en años anteriores por ciertos gobiernos de América Latina, en especial los de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro. Tal fue, por ejemplo, la decisión de rearmar la UNASUR, mientras Lula Da Silvia propuso «la creación de una unidad de referencia común para el comercio, reduciendo la dependencia de monedas extrarregionales».
Los mandatarios coincidieron además en la urgencia de profundizar la integración regional. Lo cual, más allá del comercio, se logrará con «la fuerza del pueblo», potenciando la solidaridad continental y despertando el sentimiento de pertenencia, según señaló el expresidente uruguayo José Mujica en una carta dirigida a Lula.
Un paso adelante en ese sentido es la perspectiva de que la Argentina pueda integrar el banco de desarrollo del grupo BRICS, como será considerado en agosto. En definitiva, dentro y fuera del país el Gobierno gestiona una situación difícil sin dejar de lado su objetivo de afianzar el modelo de crecimiento con distribución e inclusión con el que está comprometido.

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