Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

La lucha continúa

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Multitudes. Pese a que el presidente dice que no le importan las marchas, las universidades tuvieron respuesta a su reclamo.

Foto: Getty Images

Este 25 de mayo tuvo expresiones contradictorias. Por un lado, la ciudadanía, como todos los años, celebró la fiesta patria a lo largo y ancho de todo el país, con locro, música y bailes, a pesar de la incertidumbre que se vive por el deterioro de la situación económica de la gran mayoría de la sociedad.

Sin embargo, un núcleo muy importante de trabajadores y trabajadoras de la educación pública y de la salud estaban en diversas situaciones de lucha, en defensa de la educación pública, la universidad y reclamando por sus salarios, que en muchas regiones del país están por debajo de la línea de pobreza. Un ejemplo muy particular se está viviendo en la provincia de Misiones, ya que se presenta allí una situación muy especial, donde confluyen en la lucha trabajadores estatales, educación, de salud, pequeños productores y policía

Otro hecho significativo del 25 de mayo fue el fracaso del gran anuncio realizado el 1º de marzo por el presidente Javier Milei acerca de que el 25 sería un gran día libertario, en el que se firmaría un pacto de enorme trascendencia histórica. A ese pacto se llegaría con la estratégica Ley Bases aprobada y concurrirían gobernadores, legisladores y personalidades políticas, es decir, se programaba como un gran evento político de relanzamiento del Gobierno y de respuesta al reclamo del establishment y el Fondo Monetario Internacional de dar señales de gobernabilidad.

Pequeño acto
Tal cosa no ocurrió, ya que el Parlamento no se subordinó en forma irrestricta a las presiones que ejerce el poder Ejecutivo utilizando el látigo presupuestario y sigue la ley empantanada en debates en el Senado de la Nación.

Por eso, el gran acto se transformó en un pequeño acto, encabezado por Milei en solitario, en la plaza San Martín de la capital cordobesa. Consecuentemente parece más una derrota que un triunfo libertario. De cualquier manera, el presidente, que en esa oportunidad no utilizó su habitual lenguaje agresivo y descalificante, se posicionó con algunas cuestiones conceptuales muy importantes, como la promesa de bajar impuestos. Por supuesto, cuando Milei promete bajar impuestos, se refiere a la línea internacional que aplicaron Donald Trump y otros, en el sentido de reducir tributos a los supermillonarios mientras grava a trabajadores y clases medias, como es el caso de la reposición del Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, incluido en el proyecto de Ley Bases, al tiempo que se baja la tributación a los bienes personales al tramo de los más ricos por su patrimonio.

Francos. Primera reunión de ministros coordinada por el nuevo jefe de Gabinete.

Foto: NA

El proyecto tiene otros puntos muy cuestionables como el RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones) que le otorga facultades irrestrictas en materia tributaria, ecológica y de remisión de utilidades a las grandes multinacionales mineras, comprometiendo por muchos años el futuro del país.

Sensibilidad
Simultáneamente creció el conflicto por la retención de alimentos por parte del Gobierno nacional que desnuda un rasgo de insensibilidad, teniendo en cuenta que a los comedores comunitarios concurren millones de personas muy humildes. Esta situación tuvo eco en la homilía del Obispo José García Cuerva durante el Te Deum del 25 de mayo. El arzobispo de Buenos Aires reclamó ante el presidente de la Nación que se preste más atención a los pobres, pidió sensibilidad ante la grave situación social que se vive, muy particularmente en el tema de los alimentos.

Las tensiones en materia económica y también sociales han generado una crisis en el Gabinete nacional que se presenta como de carácter operativo y de eficiencia en la gestión, cuando en realidad está ligado a las fuertes reacciones sociales y políticas protagonizadas por amplios sectores de la sociedad que sufren las consecuencias del plan económico.

Un ejemplo interesante es el de los rectores universitarios que obtuvieron un triunfo parcial, ya que se les asignó a todas las universidades el presupuesto para funcionamiento y valoraron y agradecieron la multitudinaria manifestación del 23 de abril que fue determinante para este logro. En esta cuestión queda pendiente un tema central: el vaciamiento vía no actualización de los salarios de docentes, investigadores y no docentes.

Misiones. Docentes, trabajadores de la salud, estatales, pequeños productores y policías reclaman una mejora salarial.

Foto: Natalia Guerrero Zabrodiec

Se va demostrando cada vez más que las manifestaciones como modo de expresión popular tienen una clara influencia en los acontecimientos políticos. La postura del presidente de «me importa tres carajos lo que hagan, yo voy a seguir adelante», en relación con la posibilidad de que se dicte una ley que asegure el presupuesto universitario y el Fondo Nacional de Incentivo Docente, se diluye ante la realidad, demuestra que es una amenaza inocua, por el contrario, las luchas impactan fuertemente en los acontecimientos políticos.

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