Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

La vuelta del «coloso»

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Tercera ocasión. Durante su paso por la gestión de De la Rúa terminó procesado por el Megacanje. Fue sobreseído en el Gobierno de Macri.

Foto: NA

Continuando su periplo heterodoxo, el último fin de semana el presidente de la Nación, en lugar de asistir a la cumbre del Mercosur en Paraguay, decidió concurrir a Camboriú en su afán de exhibirse con su símil ultraderechista Jair Bolsonaro y a su vez sosteniendo su otro propósito manifiesto de enfrentar y descalificar al primer mandatario brasileño, Lula da Silva.

Esta reiterada conducta política, más allá de un formato que desprecia la investidura presidencial, implica un gravísimo problema para las relaciones políticas económicas, sociales y culturales con el principal socio comercial de la Argentina y con el espacio natural para la convivencia y el desarrollo del país, en asociación con los países vecinos. En el momento en que, además, Bolivia ingresaba como nuevo integrante de ese espacio puesto en marcha en 1991.

Se nota a las claras en la actitud presidencial una definida conducta política que aísla a la Argentina del contexto continental privilegiando las relaciones unilaterales con Estados Unidos, la gran potencia capitalista hacia donde Javier Milei dirigió la mayoría de sus viajes para sostener encuentros esencialmente con notables personajes del mundo empresarial. Resulta imprescindible aclarar también que el aislamiento en materia de política internacional que lleva a cabo el mandatario no es exclusivamente contra nuestro continente, sino que tiene un sesgo ideológico en el cual involucra a los socialistas españoles o a los comunistas chinos, lo cual agrava la situación de nuestro país en esta materia.

El otro hecho significativo de estos días es el encuentro nocturno que se generará en la previa al 9 de julio en la ciudad de Tucumán, con el propósito de retomar la imaginada celebración del 25 de mayo que se frustró por el fracaso de la sesión parlamentaria en la que se esperaba le votaran aquella Ley Bases. Transcurrieron seis meses de Vía Crucis hasta que el Gobierno logró aprobar la ley inspirada por el retornado «coloso» Federico Sturzenegger, aunque escrita en los estudios jurídicos contables de las grandes empresas multinacionales que operan en el país.

Lo cierto es que asistimos a una suerte de gran teatralización que tendría por objeto el relanzamiento de un Gobierno que sufre un deterioro como consecuencia del impacto social de sus políticas económicas, que afectan a las mayorías, particularmente del sector asalariado, que viene perdiendo ingresos. Lo mismo ocurre con el sector de los jubilados, también en una situación crítica, ahora potenciada por los tarifazos en los servicios esenciales, que terminan de aplastar los ingresos de las grandes mayorías, no solo de los humildes, sino de vastos sectores de las clases medias.

Camboriú. En lugar de asistir a la cumbre del Mercosur en Paraguay, Milei viajó a Brasil para exhibirse con el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Foto: NA

Milei se presenta como un «gran Terminator libertario», decidido a barrer definitivamente con lo público, liquidando todo tipo de regulaciones. A tales efectos el presidente genera el tercer paso por la función pública de Sturzenegger, luego de sus dos anteriores fracasos. El primero durante la gestión de la Alianza, a la que fue convocado por el efímero ministro de Economía Ricardo López Murphy, y luego cuando fue presidente del Banco Central con Mauricio Macri.

Procesado
Sturzenegger es un hombre con fortuna. Se le ofrece una tercera oportunidad y todo indica que su conducta radicalizada de aplicación doctrinaria neoliberal tendrá el mismo destino que las anteriores. Es conveniente recordar que en su primera participación en la gestión pública terminó procesado por el Megacanje y fue sobreseído cuando fue convocado por Macri.

Su pretensión ahora de derogar 100 leyes a las que denomina «obsoletas» y otras 3.000 normas que todavía no se sabe cuáles serían, implicaría que diputados y senadores se allanen a ese propósito, negándose a sí mismos y a sus representados al anular abruptamente las leyes que oportunamente debatieron y aprobaron. Más grave incluso para el presupuesto de la Nación son los ingresos que el fisco perdería como consecuencia de los diversos recortes aun más severos que aplicaría el nuevo superministro en el marco de las reducciones comprometidas.

No hay nada que relacione al acto que se realizará en Tucumán con los verdaderos problemas de la sociedad, ya que se trata de la firma de un documento que contiene compromisos que ya están detallados en la Constitución Nacional. El presidente ratifica que se mueve en una frecuencia diferente al resto de la comunidad, tanto sea en el plano nacional, como ante en el resto del mundo. Si se recuerda el recorrido anterior de integrantes de su Gabinete como Sturzenegger en la administración de la cosa pública, ya se puede prever cuál es el camino y los resultados esperable

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