1 de noviembre de 2025

Elecciones. El resultado obtenido por los libertarios es similar al registrado por opciones de derecha desde 2003.
Foto: Hernán Vitenberg
Se sucedieron desde el domingo 26 de octubre múltiples lecturas parciales seguidas de conclusiones sesgadas, al evaluar los resultados de las recientes elecciones parlamentarias. El oficialismo presentó el saldo de los comicios, y en particular el inesperado repunte en la provincia de Buenos Aires, como una clara aprobación del rumbo actual por parte de la población.
En la semana también tuvo lugar la convocatoria a un grupo de gobernadores, a modo de puesta en escena para demostrar fortaleza y «gobernabilidad», luego de las zozobras padecidas en distintos frentes poco tiempo atrás.
El presidente Javier Milei hizo referencia, tras la reunión, a la supuesta existencia de «un consenso absoluto», pese a que se trató de un encuentro al que no fueron invitados cuatro gobernadores que representan prácticamente a la mitad de la población argentina.
Esos movimientos van en línea con el objetivo de construir una alianza política que permita avanzar con las reformas estructurales (laboral, impositiva y, seguramente más adelante, previsional), pero también con la reforma del Código Penal y con la aprobación del Presupuesto 2026.
Cifras y razones
Un análisis detallado de lo que las urnas mostraron permitirá matizar algunas interpretaciones apresuradas. El 40,7% de votos obtenido por La Libertad Avanza (LLA) a nivel nacional es un nivel no muy diferente al cosechado por las opciones de derecha desde 2003 en las elecciones de medio término. Se puede ver que ese porcentaje está lejos de mostrar la existencia de un apoyo absoluto de la ciudadanía al Gobierno y a sus políticas, como se intenta hacer creer.
En una comparación más cercana, recuérdese que en 2023, en la primera vuelta de la elección presidencial, la suma de LLA y Juntos por el Cambio llegó al 54% de los votos. Lo cual equivale a decir que la opción conservadora perdió unos 14 puntos entre aquel momento y este.
Además, no debería minimizarse el 35% que obtuvo Fuerza Patria (FP) en la elección de diputados, ya que fue solo 6 puntos inferior a lo obtenido por LLA, mientras que el resto representa una porción más fluctuante y/o compuesta por opciones minoritarias.
En la provincia de Buenos Aires, en tanto, el espacio de Fuerza Patria cosechó casi la misma cantidad de adhesiones que en la votación de septiembre.
Ahora bien, más allá de lo numérico hubo en esta elección factores particulares, como la intervención de Estados Unidos, que aportan razones para entender lo sucedido. En gran medida, la «campaña del miedo» protagonizada por funcionarios locales y del Norte logró instalar en el imaginario social la idea de que si ganaba la oposición todo «volaría por los aires».

Milei. El presidente agradeció el apoyo estadounidense para sostener la economía.
Foto: NA
Jugó claramente en esa dirección el decidido apoyo de Washington, al intervenir en el mercado de cambios para sostener la cotización del dólar, y amenazar simultáneamente con retirar la ayuda si la opción libertaria era superada por la oposición. Prueba de que la apuesta de EE.UU. resultó exitosa la dio el propio Donald Trump, mentor del salvataje al Gobierno de Milei. «Fue realmente inesperado conseguir esa victoria, algunos pensaban que sería difícil ganar. Y no solo ganó, sino que ganó por mucho. Así que fue algo fantástico», se congratuló el presidente estadounidense.
En su respuesta de gratitud Milei tampoco se quedó corto. «Usted es un gran amigo de la República Argentina. Nuestras naciones nunca debieron dejar de ser aliadas. Cuente conmigo para dar la batalla por la civilización occidental que logró sacar de la pobreza a más del 90% de la población mundial», exageró el libertario.
Lo que viene
Es obvio que el escenario político no es el mismo que antes de las elecciones, pero la situación no dejará de ser fluida, considerando que el ajuste no tendrá freno y seguirá incidiendo negativamente sobre el humor de la mayor parte de la población.
Cabe recordar que la composición parlamentaria que en 2024 le dio las «herramientas» al Gobierno y aprobó la Ley Bases o el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia, es la misma que en 2025 comenzó a rechazar iniciativas del oficialismo en áreas sensibles, como la asistencia a discapacitados, el presupuesto del Hospital Garrahan, el financiamiento universitario, entre otras.
Ese giro en el Parlamento se produjo como consecuencia de los efectos negativos sobre la sociedad de las políticas que el Gobierno llevó adelante y ahora promete profundizar, una vez producido el recambio parlamentario en diciembre.
Desde luego, el comicio también demostró que hay una importante porción de la sociedad que está dispuesta a acompañar el proyecto alternativo que expresa Fuerza Patria. El desafío, en ese sentido, pasa por generar alternativas viables y de signo contrario al rumbo actual, que entusiasmen al electorado y logren ampliar el apoyo ciudadano.
El modelo libertario sigue siendo muy similar, y aún más regresivo, a los que ya fracasaron en el país en el último medio siglo, con sus dramáticas secuelas sobre las capas más vulnerables de la población y el sector productivo, particularmente de las pymes. En los tiempos que vienen, la capacidad de resistencia de los ajustados jugará un rol clave. Como señaló en su momento el recordado dirigente cooperativista, Floreal Gorini: «Otro mundo es posible, si la gente así lo quiere y lucha por eso».
