14 de agosto de 2013
«Siento que la escuela es un lugar que genera una tensión doble: por un lado, es un espacio destinado a conservar ciertas cosas, ciertos valores, y por el otro, es el lugar que puede ofrecer una fisura para los cambios. Constituye una oportunidad central de construcción del lector, cuando eso no está dado en el chico que llega a ella. Y la escuela debe apostar a ello.»