Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

Paradojas y desafíos

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Embajadores. El argentino Argüello y el estadounidense Stanley, quien realizó una invocación injerencista.

Foto: Télam

En los últimos días se mantuvo la tensión entre los indicadores positivos en materia productiva y el sostenimiento del aumento de los precios, incluyendo la preocupación por el dato de inflación que se prevé para agosto, muy particularmente en al rubro alimentos. En tal sentido se difundieron los índices del uso de la capacidad instalada, que llega al 69,9%, un número revelador de la recuperación económica, al igual que los de empleo, que indican que en el ultimo año se incorporaron 580.000 personas al trabajo. Sin embargo, la sensación de malestar persiste, producto de la continuidad del incremento de los precios.
El periodista Alfredo Zaiat califica la situación como una paradoja: crecimiento del consumo y de la inflación al mismo tiempo. Se consume más; por ejemplo, los datos de gasto por el Día de la Niñez indican un crecimiento en términos absolutos. Pero al mismo tiempo, la inflación erosiona los bolsillos de quienes tienen ingresos fijos y de determinados núcleos de clase media.
En ese contexto, tras la reciente adecuación de las jubilaciones, se definió la actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil, que tiene una gran importancia porque impacta en programas de asistencia social y ayudas del Estado a los sectores más humildes. En tanto, el ministro de Economía, Sergio Massa, completó su equipo nombrando como secretario de Programación Económica al economista Gabriel Rubinstein. No se puede soslayar que la designación del excoordinador general de la consultora de Miguel Ángel Broda, con un paso por la función pública durante la gestión de Roberto Lavagna al frente del Palacio de Hacienda, genera preocupación en los sectores progresistas por sus concepciones relacionadas con la ortodoxia económica.

Volver a las calles
Más allá de la extraña indefinición de la conducción de la CGT en cuanto al contenido del acto del pasado miércoles 17, la presencia de cientos de miles de trabajadores en la calle marca un nuevo momento con respecto a la participación y el protagonismo popular. Con una nota saliente en ese acto masivo: el dirigente del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, dejó en claro que el sector apoya al Gobierno, pero al mismo tiempo reclama medidas para frenar a los formadores de precios. En otro orden, crece la confrontación entre un sector de la Justicia y la vicepresidenta Cristina Fernández, a la que se pretende proscribir del proceso electoral del año próximo utilizando una metodología muy similar a la practicada con Lula en Brasil. Se vislumbra, y así lo hicieron saber mediante pronunciamientos públicos legisladores, intendentes y militantes, una creciente reacción en defensa de la líder del espacio oficialista.
En paralelo, se vivió un nuevo episodio de la cruda disputa por las candidaturas para 2023 en la principal alianza opositora, Juntos por el Cambio. Las denuncias de Elisa Carrió intentan disciplinar a los núcleos proclives a ampliar la base electoral de ese espacio explorando alianzas con otros sectores políticos. En ese marco, los dichos del jefe de Gobierno porteño y eventual candidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta, ante los representantes del poder económico reunidos en el Council of the Americas, en el sentido de la conformación de «una coalición que agrupe al 70%», dieron pie al embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, para realizar una invocación de tono injerencista: «No esperen a 2023, sin importar la ideología o la posición partidaria, únanse ahora, formen una coalición», demandó el diplomático. La gran potencia del norte sinceró, detrás de las palabras de su embajador, su interés por los grandes recursos con que cuenta nuestro país: minerales, especialmente el litio, gas, petróleo y alimentos.
En síntesis, la derecha intenta lanzarse hacia las elecciones del año que viene con disputas internas, pero con el respaldo del poder económico y mediático, mientras el Gobierno procura ordenar las variables macroeconómicas como la falta de reservas y la inflación. Nos aproximamos a una disputa crucial para los destinos de nuestro país.

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