Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

Protagonismo popular

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La reacción popular frente al hostigamiento a Cristina Fernández de Kirchner y su postura como lideresa política –cargada como está de gran legitimidad y una fuerte convicción ideológica, política, jurídica y moral– generó una modificación profunda del escenario político y comunicacional. Resulta un elemento fundamental de la disputa política, que a partir de su alegato en la llamada causa «Vialidad», pasó a tener la iniciativa que hasta ahora mantenía la oposición política y mediática de la derecha. Esta circunstancia generó una revitalización del Frente de Todos (FdT), que estaba saliendo de una situación de cierta pasividad, producto de las discrepancias que hubo en su interior durante el primer semestre. Discrepancias que tienen que ver con diferencias de enfoque político-ideológico sobre el rumbo del Gobierno. Este cambio afirma el proceso de unidad del FdT y lo revitaliza políticamente a partir de un fuerte protagonismo de las masas en la calle, superando la debilidad que implicaba su ausencia. Los frentes amplios siempre tienen la dificultad de la actuación del poder real, lo cual no es una novedad histórica, es un hecho que se verifica en todas las etapas. Pensamos que esa presencia en las plazas del país fortalece la unidad del FdT y va gestando un nuevo escenario político donde la iniciativa no la tiene solo la oposición, sustentada en el poder de las corporaciones económicas.
Al mismo tiempo, esta novedad también exhibe las fisuras de Juntos por el Cambio (JxC). La ofensiva judicial descalifica a un Gobierno democrático y lo acosa desde uno de los ámbitos de la división de poderes, el Poder Judicial –transformado en una especie de poder paralelo, en vez de ser un poder legítimo del Estado–. El alegato de la vicepresidenta deja sin sustento una de las vigas maestras de la acusación contra Cristina al desnudar el rol de Nicolás Caputo (amigo íntimo de Macri) en el episodio de corrupción de «los bolsos de López», e impacta en todo el relato construido por la derecha.
Además, la exdiputada Elisa Carrió señala al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta como partícipe de negociados (caso del servicio de grúas porteño), dejando traslucir las diferencias entre el jefe de Gobierno y la titular del PRO, Patricia Bullrich. Emergen también discrepancias acerca de la represión frente a la vivienda de Cristina Fernández. Se trata de diferencias circunstanciales, no antagónicas. Son matices de la misma estructura ideológica. Pero existen.
De todas maneras, el fortalecimiento de la unidad del FdT no implica que no continúe sobre el tapete el tema económico. En este aspecto, lo central es la distribución de la riqueza y el aumento de los precios como epicentro del problema social. La inflación va a reiterar altos niveles en agosto, y eso sigue generando una erosión de los sectores con ingresos fijos, incluso en el enorme sector que recibe apoyo del Estado. En esta emergencia, todos se ven perjudicados por las remarcaciones, cuyos causantes principales son los formadores de precios. Siempre insisto en que los precios los forman quienes pueden hacerlo, porque tienen el poder comercial e industrial, y además son quienes se benefician en esta situación: las grandes corporaciones empresarias. En ese aspecto, persiste el problema de cómo se sale de un consensualismo que podría ser legítimo, pero que no ha dado resultado. Es necesario que crezca el rol del Estado en defensa de los consumidores, que son los ciudadanos. Esa sigue siendo una cuestión crucial. Es cierto que hay mejoras muy importantes desde el punto de vista macroeconómico, con crecimiento de la actividad, de la industria, y del empleo. Sin embargo, la erosión que generan los aumentos de precios en la vida de los trabajadores y las clases medias sigue siendo determinante. No se debe soslayar que venimos de una crisis generada por los mercados financieros, que tuvo un carácter desestabilizador. Continúa pendiente otra cuestión crucial: la falta de liquidación de divisas del sector agroexportador, lo cual no contribuye a estabilizar las reservas y mejorar las expectativas. La experiencia histórica demuestra que cuando crece el protagonismo de la sociedad, del pueblo, se abre una nueva esperanza de que los rumbos económicos y políticos se vean influenciados por esa participación, abriéndole paso a una democracia más sustancial nutrida por el calor popular.

Ciudad de Buenos Aires. Movilización en apoyo a la vicepresidenta tras el pedido de prisión del fiscal en la causa Vialidad.

FOTO: NA

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