22 de septiembre de 2025

Buenos Aires. Las marchas en apoyo a la ley de financiamiento universitario se multiplicaron en todo el país
Foto: NA
Dos posiciones se manifestaron con total transparencia esta semana. En la calle, una amplia movilización popular frente al Congreso expresó que «es hasta acá», que no se puede llegar al extremo de aceptar lo que ocurre con las universidades, con las personas con discapacidad, con la ciencia y la tecnología o con la atención en el hospital Garrahan.
Horas antes, el lunes, el presidente Javier Milei había insistido en profundizar el ajuste al presentar un proyecto de Presupuesto de la administración pública para 2026 con severas inconsistencias en las proyecciones macro, y con anticipos de mayores recortes en áreas socioeconómicas clave.
El contraste es evidente, como quedó demostrado en Diputados, donde se rechazaron los vetos del Ejecutivo a las leyes sobre Financiamiento a las Universidades y la Emergencia Pediátrica, temas que ahora le toca debatir al Senado.
El jueves, en tanto, la Cámara Alta rechazó el veto a la ley de Adelantos del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias, para que esos fondos se distribuyan de manera automática y en las proporciones de la Coparticipación Federal, tema que ahora deberá tratar Diputados.
Quedó así bien en claro que ahora hay una mayoría parlamentaria dispuesta a rechazar la modalidad presidencial de gobernar a través del veto y el decreto.
Promesas
Ante el creciente descontento popular, Milei prometió para el próximo año una recomposición real del 5% en jubilaciones y en discapacidad, 17% en salud y 8% en educación que, de concretarse, en el mejor de los casos representaría una pequeña mejora con relación a los enormes recortes ya practicados.
Por lo pronto, en el acumulado de enero a agosto, el Gasto Primario Corriente creció 2,7% frente a igual período de 2024, pero decreció 23,3% comparado con el mismo lapso de 2023.
A la vez, se derrumbó un 13,7% el gasto de Capital (inversión pública en infraestructura) respecto a 2024 y un 82,8% con relación a 2023.
También las transferencias a universidades cayeron (un 30,7%) en los ocho primeros meses del año, cotejados con el acumulado en enero-agosto de 2023.
La Superintendencia de Servicios de Salud, por su parte –según datos elaborados por el CEPA– recortó su gasto un 56%, los hospitales nacionales vieron caer sus recursos entre un 30% y 38%, mientras la Secretaría de Niñez y Familia sufrió un recorte del 72%.
Otra fuerte poda, del 74%, fue dispuesta para los comedores comunitarios y merenderos, en tanto que el tijeretazo previsto para 2026 asciende al 75% para el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).
Tendencias
En medio de esas políticas regresivas, en la semana el tipo de cambio continuó su tendencia al alza y quebró por primera vez el límite superior de las bandas establecidas en el programa con el Fondo Monetario Internacional.
El Banco Central se vio así autorizado a vender reservas por U$S 53 millones el miércoles, U$S 379 millones el jueves y U$S 678 millones el viernes, mientras el riesgo país superó los 1.400 puntos.

Diputados. Festejos en la Cámara Baja tras la votación que rechazó por amplia mayoría los vetos presidenciales.
Foto: NA
La interpretación del presidente Milei es que los mercados expresan el «pánico político» por el repunte electoral de la oposición. Además, según el jefe de Estado, «nos castigan aun siendo uno de los cinco países en el mundo que tienen equilibrio fiscal». «El pánico político está generando una descoordinación con el riesgo país», agregó.
El jefe libertario dijo en Córdoba que «hay un empecinamiento por destruir todo lo que hemos construido; la parte irracional de la política lo único que intenta es romper el equilibrio macroeconómico y por eso sacaron más de 40 leyes en contra».
Reiteró luego que «el futuro de la Argentina depende fundamentalmente de una sola cosa: que el pueblo y la política se comprometan con el orden fiscal (…) Esta solución tiene plazos de desarrollo largos, como cualquier solución verdadera».
De momento, los datos de actividad económica del segundo trimestre, publicados por el INDEC, indican que el PBI se redujo un 0,1% respecto del trimestre anterior, con una gran influencia del consumo, que se retrajo un 1,1% mensual, en un contexto de caída del ingreso real de los hogares.
No debería descartarse de parte del Gobierno, ante el empeoramiento de la situación, la volatilidad y la tensión financiera, que se trate de generar temor en la ciudadanía con la idea de que un triunfo opositor en los comicios legislativos de octubre haría «explotar» la economía.
En verdad, el agravamiento del cuadro económico y social ya es un hecho cuya responsabilidad solo debe recaer en el Gobierno, más allá del engañoso lema de campaña del oficialismo: «La libertad avanza o la Argentina retrocede».
En esta coyuntura vuelvo a traer a colación lo que sinteticé frente a la experiencia neoliberal de los años 90 del siglo pasado: el único límite al modelo pasaba (y pasa hoy) por la capacidad de resistencia de los ajustados. En la conjunción de la calle y la voluntad electoral está la posibilidad, dentro del marco constitucional, de defender derechos consagrados que fueron producto de conquistas históricas.