Economía | PYMES MANUFACTURERAS

Amenaza importadora

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Mirta Quiles

Jaqueado por las políticas implementadas por el Gobierno libertario, el sector pierde participación en el mercado interno como consecuencia del ingreso de productos extranjeros. 

Menor producción nacional. El 18% de las 400 empresas relevadas sustituyó insumos locales por importados y un 7% reemplazó producción propia por foránea.

Foto: NA

El sector de las pequeñas y medianas empresas manufactureras padecen las políticas de apertura de las importaciones desde casi el mismo inicio del Gobierno libertario. Tras un año de desregulación del comercio exterior, caída del consumo interno y deterioro de los ingresos de la población, entre otras variables, un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), con datos de 2024, advierte que, por el avance de los importados, el 23% de las pymes industriales perdieron participación en el mercado local.

Cabe una aclaración antes de continuar con el desarrollo de la información recabada por la organización empresaria. La FOB fue creada hace cerca de tres décadas, por el impulso de la Università di Bologna junto con la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Familia Rocca (Grupo Techint), para monitorear la situación competitiva de las pymes industriales argentinas. Hoy en día, destacan como socios de la Fundación, la T −grupo Techint− en pleno (Techint, Tenaris, Ternium y Tecpetrol); Insud (Hugo Sigman) grupo Galicia (familia Escasany); La Anónima (los Braun); SMS (consultora y soluciones digitales); e Industrias Guidi (autopartista). Ninguno de estos actores económicos (la UIA, la T, o uno de los principales laboratorios farmacéuticos nacionales, entre otros) puede ser identificado como antagonistas del Gobierno libertario y sus políticas económicas. Sin embargo, «realidad mata esperanza».

Ya en su Informe coyuntural al IV trimestre de 2024 de las pymes manufactureras, el FOP había relevado una caída de la producción del 10% y un ascenso en la desocupación del sector del 6%, producto de «una creciente sustitución de producción local por importada, tanto de insumos como de producción final». «En 2024 el 18% de las pymes sustituyó insumos locales por importados y un 7% reemplazó producción propia por importada». El año en curso no deja lugar para optimismo de ningún tipo: «En ausencia de modificaciones en el régimen cambiario, esta situación se intensificará a lo largo de 2025: las expectativas para el año muestran que un 30% de empresas espera aumentar sus importaciones de insumos y un 18% aquellas de productos terminados». Hasta hoy, el sector se abocó a desplegar, lo que se denomina, «estrategias defensivas de reducción de costos»: postergación de inversiones y suspensión y reducción de personal y horas extras. «La tendencia es clara y preocupante por su impacto en la pérdida de puestos de trabajo: 2024 cerró con la mayor baja (-5,8% interanual) desde la crisis internacional de 2009», sostiene el trabajo.

Empleo. El año pasado cerró con la mayor baja −un 5,8% interanual− desde la crisis internacional de 2009.

Foto: NA


Escenario
En un contexto de apertura y desregulación de la economía, ya se observa un aumento acelerado en las importaciones de bienes. Según el Indec, entre agosto de 2024 y febrero de 2025 crecieron un 53% a precios corrientes y un 72% en términos reales. Estos porcentajes ponen en evidencia una dinámica compleja para la competitividad del sector industrial, más aún en un escenario de baja actividad económica, con una caída del PIB del 1,7% en 2024 y del 9,2% del Valor Agregado Bruto de la industria. En este escenario, «el 40% de las empresas pyme industriales se siente amenazada por las importaciones en las ventas al mercado interno. Además, el 56% de las empresas pyme industriales que identifican a las importaciones como una amenaza indicaron una caída de su participación en el mercado interno». Al interior del sector, las actividades que más severamente sufren la amenaza importadora son: la industria textil, de prendas de vestir, productos de cuero y calzado (67%) y en la metalmecánica (54%). Al desagregar por orígenes, las mayores amenazas provienen de China (68%) y Brasil (17%), pero también preocupa en algunos rubros «la entrada de productos desde otros países limítrofes y también desde los grandes centros industriales (América del Norte, Unión Europea y resto de Sudeste Asiático)». Cabe subrayar que estos datos son de 2024, previos a la declaración de la guerra de aranceles del presidente estadounidense. 

«El pequeño empresario, que vive del mercado interno, está en una desprotección total ante un mundo en competencia, precisamente, por la protección a la propia industria y por los recursos. En medio de una guerra económica el Gobierno nacional decidió ir a contramano del mundo», explicó Eduardo Fernández, vicepresidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme). Al tiempo que afirmó que la política oficial afecta a los empresarios que tenían capacidad para exportar, entre ellos muchas pymes y economías regionales, porque «tampoco saben dónde están parados, ya que esta administración bombardea al mismo Mercosur, nos fuimos de los Brics, mientras se plantean alianzas con la Comunidad Económica Europea o Estados Unidos que también plantean una asimetría difícil de mensurar».

Finalmente, el deseo del ministro de Producción del macrismo, Francisco Cabrera, será realidad en 2025. En 2017, ante las quejas del sector pyme, el funcionario les aconsejó «reconvertirse». Su traducción fue interpretada «sean ahora importadoras, no produzcan más». El informe de la FOP relevó que cerca del 20% de las pymes industriales prevé reemplazar producción propia por productos importados este año. 

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