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La quimera del litio

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Daniel Víctor Sosa

El Gobierno nacional alienta nuevas inversiones que apuntalen un salto en la extracción y exportación del material clave para almacenar energía, sin ningún incentivo al agregado de valor.

Proyección. Argentina ocupa el puesto nº 1 en el mundo si se consideran los recursos litíferos y las reservas.

Foto: Shutterstock

La capacidad instalada en el país para producir litio aumentará un 50% antes de finalizar 2024. Ese salto reflejará la entrada en operación de dos nuevos proyectos en las provincias de Salta y Catamarca, anunció el secretario de Minería, Luis Lucero, durante el AmCham Energy Forum, organizado por la cámara que agrupa a las compañías estadounidenses en Argentina. El funcionario, exsocio del estudio jurídico local Marval O’Farrell Mairal y consultor de Pillsbury Winthrop Shaw Pittman (de Estados Unidos), ocupó posiciones en directorios de diversas empresas mineras, distribuidoras de gas, industriales y financieras.

Durante el foro empresario, Lucero admitió las «enormes expectativas» en el sector, a partir del recién sancionado Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones (RIGI). Aun sin ese marco legal, indicó, se espera que los proyectos impulsados por empresas internacionales como Eramet y Posco refuercen el rol de Argentina en la creciente demanda de litio a nivel global. «Hemos tenido una primera inauguración de una planta en Salta por la empresa Eramine, de Eramet, un joint venture francés−chino, y se añadirá otra por parte de Posco (de Corea del Sur) para fin de octubre», precisó.

Eramet, que ya destinó US$ 800 millones a su emprendimiento en el salar de Centenario Ratones, Salta, anunció la construcción de una segunda planta en la misma provincia. Por su parte, Posco continúa desarrollando su proyecto Sal de Oro, con una inversión total proyectada de US$ 4.000 millones y una capacidad anual de 100.000 toneladas de productos de litio para 2026.

La tendencia ascendente en la producción de hidróxido de litio, componente clave en la fabricación de dispositivos para el almacenamiento de energía y la descarbonización del transporte, plantea interrogantes sobre los modelos de desarrollo posibles. Esto es, si el único camino es una nueva fase de extractivismo de materias primas para su envío al exterior, o bien, el punto de partida en la apuesta por incorporar mayor valor agregado.

Analistas del sector creen que la eventual fabricación nacional de baterías y pilas recargables de litio tendría efectos más favorables en cuanto a empleos e ingresos provinciales que la exportación del mineral en crudo. Por lo pronto, la exportación de carbonato de litio aumentó un 35% en los primeros ocho meses de este año, frente a enero−agosto de 2023, hasta totalizar US$ 327 millones, mientras para el año próximo se vislumbra, por esta sola ventanilla, un ingreso de divisas superior a los 500 millones.

Potencial
De lo que no caben dudas es del potencial del negocio en los próximos años, y aun décadas. En los presupuestos exploratorios de las compañías mineras a lo largo del último decenio, el oro se posiciona como el commoditie de mayor preferencia, con 45% del total. No obstante, la exploración de litio captó el 32,8% de lo presupuestado en 2023 y encabezó la prospección de las mineras.

Puna argentina. Junto con Chile y Bolivia, Jujuy, Salta y Catamarca conforman el denominado Triángulo del Litio.

Foto: NA

El caso es que Argentina se encuentra en el puesto N°1 en el mundo, si se consideran los recursos litíferos (posibles de explotación futura) y las reservas (aprovechables en lo inmediato en condiciones económicas rentables) ya reportados por los 27 proyectos activos, con 67 millones de toneladas. El Servicio Geológico de Estados Unidos, por su parte, ubica a Argentina como el segundo país con más recursos y el tercero con mayores reservas de litio en el planeta.

El debate −ya tradicional, como ocurre con otras materias primas− se plantea en torno a las ventajas relativas a su exportación para manufactura fuera del país o bien, su eventual procesamiento local, a fin de lograr el mayor valor agregado. Inclusive desde el bloque de Unión por la Patria se llegó a proponer que se declare al litio como «recurso estratégico no renovable». O la creación de una nueva estatal, Yacimientos Litíferos Fiscales, proyecto presentado en 2023 por la salteña Lia Caliva como instrumento de captación de renta en el área. En dirección contraria trascendió que el Gobierno pretende deshacerse de YPF Litio, creada en 2021, que desarrolló trabajos exploratorios en Catamarca y planeaba asociarse a un grupo chino para fabricar cátodos de baterías.

La transformación industrial del litio, sin embargo, no es contemplada por el Gobierno nacional. Al contrario, los incentivos incluidos en el RIGI se limitan, en el caso de las mineras, a la pronta extracción y envío a las fábricas de Estados Unidos, Europa y Oriente. El secretario Lucero se entusiasmó con esas perspectivas y afirmó que «la minería se percibe más favorable que nunca», al hablar en la capital británica durante la London Metal Exchange Week. Argentina, detalló, «tiene mucho que ofrecer en términos de recursos, y un sistema notablemente libre para acceder a concesiones mineras de cobre y litio, a diferencia de Chile y Bolivia».

No se trata únicamente de ilusiones libertarias. Nueve provincias ya adhirieron al RIGI y cinco gobernadores (los de Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan y Mendoza) ladearon a Lucero en su visita a la city londinense.

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