Economía | POLÍTICA INDUSTRIAL

Mucho ruido y pocas inversiones

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Cristian Carrillo

A un año de su implementación, el RIGI no trajo la avalancha de capitales prometida. Pocos proyectos aprobados, escasa generación de empleo y profundización del sesgo extractivista.

Oleoducto Vaca Muerta Sur. El tendido conectará Neuquén con Río Negro y demandará una inversión de casi US$ 2.500 millones.

Foto: NA

A un año de la puesta en marcha del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), que se aprobó en el Congreso de la Nación, junto con la Ley Bases, y que prometía un aluvión de inversiones por US$ 47.100 millones, apenas se aprobaron siete proyectos –dos nuevos anunciados y 12 en carpeta– y solo se gestaron mil puestos de trabajo directos.

El proyecto de la empresa china Ganfeng fue el único rechazado. La mayoría de los aprobados está vinculado con el sector minero. Sin embargo, las iniciativas muestran poca actividad e inversión, por ejemplo, en importación. Las turbulencias financieras y económicas le imprimen una pausa adicional a esa lluvia de inversiones que se mantiene en leve garúa.

El 8 de julio de 2024 se publicó en el Boletín Oficial el esquema del Régimen. Desde entonces, Nación reconoce inversiones presentadas por apenas US$ 16.154 millones, según el Informe del jefe de Gabinete de junio de este año. El grueso de las inversiones comprometidas para el RIGI correspondían a la planta de GNL (Gas Natural Licuado) que iban a construir en conjunto YPF y Petronas. Ese proyecto se cayó, pero la petrolera estatal sigue teniendo un rol clave en el total de las inversiones del RIGI. En la actualidad, de 14 desarrollos presentados, las iniciativas donde participa o impulsa YPF suman US$ 9.575 millones, de acuerdo al informe del Observatorio del RIGI, conformado por organizaciones de la sociedad civil e institutos de investigación.

El RIGI fue la apuesta principal del Gobierno de Javier Milei para atraer divisas vinculadas a la inversión en grandes proyectos. Mientras tanto, el flujo de dinero sigue el camino inverso, de la mano de firmas que se retiran del país. En los 18 meses de gestión libertaria hubo desinversiones y huida del modelo económico por parte de Mercedes-Benz, Telefónica, Walmart, Falabella, HSBC, Itaú, Procter & Gamble (P&G), Clorox, Petronas, Enap Sipetrol, ExxonMobil, Makro, entre las principales. Sin embargo, no se trata de casos aislados. De acuerdo con un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el país perdió lugar en el mapa de la inversión extranjera directa global (IED). Los datos del INDEC lo confirman: en los primeros meses de 2025 se observa el menor ingreso de IED desde que el inicio de la serie en 2006.

Solo una garúa
El esquema, que se reglamentó formalmente el 22 de agosto de 2024, ofrece incentivos fiscales, cambiarios y aduaneros y seguridad jurídica por 30 años para inversiones de más de US$ 200 millones. La promesa con la que el oficialismo promovió el RIGI era el ingreso de un volumen, solo el primer año, por encima del actual stock de reservas. Sin embargo, apenas hubo compromisos por un tercio de las estimaciones oficiales. 

Tampoco se registra inversión en maquinaria e insumos. Los proyectos que registraron importaciones fueron tres. En el caso de Luz de Campo (primer proyecto aprobado por el comité evaluador del RIGI), el último dato disponible arroja que en julio no importó nada, aunque acumula compras en el exterior por solo US$ 22 millones en el año, el de mayor nivel hasta el momento. Le sigue VMOS, que en el séptimo mes del año importó por un monto irrisorio: US$ 24.000 y el guarismo asciende a US$ 4.6 millones en 2025. Por último, Rincon Mining comenzó a importar el mes pasado, con US$ 5.500 para la compra de bombas volumétricas alternativas.

Minería. Es el sector que más iniciativas presentó. La mitad son de producción de litio, en las provincias de Salta y Catamarca. 

Foto: Getty Images

Al desagregar, se observa que el sector minero representa el 63% de la inversión comprometida, el sector petrolero el 32%, las energías renovables el 2%, los biocombustibles, la siderurgia y la infraestructura portuaria el 1%. Es decir, el minero y el petrolero concentran el 95% de las inversiones comprometidas, según el estudio que elaboró el Observatorio del RIGI por el aniversario de la aprobación del proyecto.

La minería suma 10 iniciativas presentadas (muchas en carpeta aún). Cinco son de litio y suman casi US$ 4.500 millones de inversión en las provincias de Catamarca y Salta. Las iniciativas de cobre solicitaron adhesiones al RIGI por US$ 15.000 millones. El secretario de Energía y Minería, Daniel González, explicó que «la evaluación para aprobar un proyecto demora entre dos a cuatro meses y que en lo que queda del año se podrían adherir cuatro proyectos más».

Los proyectos del sector petrolero presentados en el RIGI están vinculados especialmente a incrementar las exportaciones de Vaca Muerta. En petróleo está Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS), un oleoducto entre Neuquén y Río Negro que demandará una inversión de US$ 2.486 millones. El resto de las solicitudes presentadas al RIGI están orientadas a las energías renovables (dos parques eólicos y uno solar) y una (la única) siderurgia localizada en San Nicolás en la provincia de Buenos Aires, impulsada por la empresa Sidersa con una inversión de US$ 296 millones.

En cuanto al nivel de la inversión extranjera directa (IED), la diferencia entre ingresos y egresos presentó un saldo negativo durante el primer semestre del año de US$ 1.527 millones, según se desprende del Balance Cambiario del Banco Central (BCRA). En caso de finalizar así, sería el peor dato desde que hay registro. El antecedente más bajo fue 2024, con un neto positivo de US$ 89 millones.

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