18 de septiembre de 2025
Bajo la bandera de la desregulación y apertura al mundo la producción del sector está jaqueada y arrastra al amplio universo de pequeños productores.

Cadena productiva. Atomización en la producción y concentración en la industria.
Foto: Subcoop
La realidad del sector yerbatero es crítica, con caída de la producción, precarización de los pequeños productores, aumento de importaciones y concentración industrial. Según un informe por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en los primeros seis meses del año se procesaron 449,55 millones de kilos, lo que implica una caída del 20,3% frente al mismo período de 2024. Mientras, el productor recibe cada vez menos por sus ventas a la cadena comercial.
En cuanto al volumen consumido, creció un 7% interanual −cabe recordar el bajo nivel desde donde se compara− hasta llegar a 21,41 millones de kilos, aunque todavía se mantiene un 17,8% por debajo del nivel registrado en noviembre de 2023. Durante el primer semestre, el consumo totalizó 138,27 millones de kilos, lo que representa un aumento de 15,7% respecto al mismo período de 2024 y una leve baja de 0,3% frente a 2023. Las ventas al exterior, por su parte, también mostraron resultados favorables, con un alza del 18% frente al mismo período del año anterior y del 30,8% respecto del promedio entre 2019 y 2024. Por el lado de las importaciones, la tendencia fue distinta: bajaron un 9,7% en la comparación interanual, aunque se ubican 276,6% por encima de lo registrado en igual lapso de 2023.
Uno de los datos más reveladores de la crisis: en junio de 2025, el productor recibió solo el 18,9% del precio final de venta en góndola –una caída de 5,5 puntos porcentuales respecto a la media histórica–, mientras que en términos reales la remuneración por la hoja verde cayó un 45,9% desde diciembre de 2023. «Esto confirma que la mayor parte del valor agregado en la cadena de producción se concentra en la industria y la comercialización, en detrimento del productor, que además no cuenta con un INYM fortalecido para regular las condiciones de mercado», señala un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En resumen, la sostenibilidad del sistema yerbatero está en riesgo, especialmente para los productores. Cae la producción de hoja verde y bajan los precios al productor. Desde el INYM advirtieron que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, al igual que la «inacción» del Gobierno y la apertura «indiscriminada» de las importaciones, «desbalancean la cadena productiva yerbatera, cuya morfología expresa atomización en la producción y concentración en la industria».

Hoja verde. En el primer semestre del año, se procesó un 20,3% menos que en el mismo período de 2024.
Foto: Natalia Guerrero
Proyecciones
Si el INYM y las regulaciones asociadas al mismo buscaban darle herramientas al sector con menor poder relativo en un claro escenario de mercado imperfecto, su eliminación agrava el estado de cosas. «El precio al productor difícilmente logre recuperarse en los próximos meses, ya que la medida dispuesta por el DNU deliberadamente incide en la (des)organización al interior de la cadena de valor», remarcó una de las organizaciones yerberas.
Esta situación se da en el contexto de la Resolución General 5490/2024 establecida por el Gobierno de Javier Milei, prorrogada hasta el 31 de diciembre de 2025, que reduce los aranceles a la importación de bienes de primera necesidad, incluyendo materias primas y yerba mate en su etapa inicial de elaboración. Además, en abril de 2024 el Gobierno desreguló el INYM al derogar su capacidad de fijar un precio mínimo para el kilo de hoja de yerba.
Los datos provenientes de las declaraciones juradas indican que durante junio de 2025 los paquetes de medio kilo representan el 55,18% de las salidas de molinos al mercado interno. Con el 37,67% se ubicaron los paquetes de un kilo, con el 1,79% los envases de dos kilos, y con el 0,87% los de cuarto kilo. En el ítem «otros formatos» las salidas alcanzaron 0,4%, mientras que 4,09% correspondió al rubro «sin estampillas». «Es importante destacar, de acuerdo a los datos históricos, que se mantiene con pocas variantes la participación de los distintos formatos en las salidas de molino con destino al mercado interno, concentrando los formatos de 1/2 y 1 kilo, el 92,85% de las mismas», explica el último informe del INYM.
Por el lado de las exportaciones, durante junio el volumen de yerba mate exportada alcanzó los 5.589.406 kilogramos. Sumado a los meses anteriores, las salidas con destino al mercado externo totalizan 24.495.147 kilogramos para el período enero−junio de 2025.
El impacto de la política neoliberal en los años 90, que desreguló y dispuso la caída definitiva del valor real de la yerba, vuelve a repetirse en la actualidad bajo el discurso de modernización y «abertura» económica. La historia se repite: menores precios para los productores, mayor dependencia de importaciones y concentración en pocas manos, mientras la economía argentina sigue estando en las manos de quienes extraen recursos sin transformar ni generar empleo de calidad.
La situación del sector derivó en protestas y cese de cosecha. Sin embargo, luego muchos productores retomaron la entrega de materia prima, por necesidad, incluso a bajo costo, para solventar gastos cotidianos. Como solución, muchos productores fomentan el asociativismo y la producción de yerba mate terminada para no depender solo de la venta de hoja verde.