16 de enero de 2023
Dos de las principales agroexportadoras informaron que no reconocerán la referencia de precios de la institución rosarina de comercio.
Bolsa de Comercio de Rosario. Para la asociación, la decisión de las agroexportadoras mella la institucionalidad del mercado.
Foto: Juan José García
El desplante de Cargill y ADM al uso de las pizarras oficiales de precios, que conmocionó a la Bolsa de Comercio de Rosario, pone en evidencia una millonaria puja en el mercado de granos. Las dos agroexportadoras multinacionales anunciaron que se retiran de la tradicional «Pizarra» a la hora de cerrar negocios con maíz, lo que implica un duro golpe a la institucionalidad del comercio cerealista. Esta decisión provocó un terremoto en el mercado de granos y, en particular, en la principal plaza de operaciones del rubro, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Los primeros días de enero, ambas empresas decidieron que desconocerán las cotizaciones de Pizarra de dicha institución como «referencia de precio» para las operaciones de compra de maíz que realicen, y así se lo comunicaron a sus clientes, vía WhatsApp. «Informamos que a partir de hoy en cualquier negocio nuevo de maíz el precio va a ser por Mercado Cargill», enunciaba el WhatsApp que los operadores de la trader multinacional les enviaron a los corredores de granos. En el mismo día, otra de las grandes exportadoras multinacionales, ADM, también de capitales estadounidenses como Cargill, envió por el mismo sistema de mensajería: «Informamos que ADM no opera más por Pizarra Rosario». La decisión no solo mereció expresiones de repudio de buena parte de los actores de la actividad, sino que además generó un clima de zozobra en la propia BCR, por lo que implica el cuestionamiento a la representatividad de la institución lanzado por dos de los mayores operadores del negocio agroexportador.
«Se está poniendo en jaque a todo un sistema de trabajo», sostuvo el presidente del Centro de Corredores de Rosario, Daniel Boglione. La entidad prepara un encuentro con acopiadores y productores para armar un frente común ante la jugada exportadora. «Cero ventas a Cargill y a ADM. Nada de nada. Hay otros exportadores que no se creen el ombligo del mundo. Digamos BASTA a estas patoteadas de energúmenos. Señor productor: consulte al acopiador/cooperativa de su zona y va a ver que le conviene. ¡No permita que le metan la mano en el bolsillo!», publicó en su cuenta de Twitter Fernando Rivara, presidente de la Federación de Acopiadores, que directamente convocó a un boicot contra las dos firmas de origen norteamericano. Otros representantes del sector, con tono más medido pero sin dejar de reconocer la magnitud del conflicto planteado, aseguraron que lo que provocó que las réplicas del incidente llegaran tan lejos fue más por un error de método que por la manifestación de las dos empresas en sí.
Argumentos
Las multinacionales ADM y Cargill argumentan que los precios de Pizarra del maíz en Rosario están distorsionados, demasiado elevados para la realidad del mercado, y que esa distorsión se da por el impacto que genera el «Dólar soja». Sin embargo, no está muy claro por qué, pero el aumento de la soja como reflejo del dólar diferencial provoca también que suba el precio del maíz. Cuando se aplicó el diferencial de tipo de cambio se dispuso un precio sostén para los productores, aunque el dólar para la exportación del maíz no subió como el de la soja. En ese contexto las dos agroexportadoras avisaron que no tomarían más la cotización de Pizarra de Rosario como referencia. «Hasta aquí, está dentro de las prácticas habituales, históricas y reconocidas de estas empresas a nivel local. Lo curioso es que lo hagan por cadena de WhatsApp, eso cayó muy mal», describió una fuente muy allegada al sector.
Cargill Argentina es una empresa tradicional del negocio en el país, donde inició su actividad en 1947 y hoy controla distintos eslabones del negocio: molinos harineros, terminales portuarias, plantas de acopio, producción de nutrientes, alimentos balanceados, aceites vegetales y biodiesel, entre otros. Mientras que ADM Argentina S.A., filial local del procesador de productos agrícolas estadounidense Archer Daniels Midland Company (ADM), fue creada en 1999 y se dedica a la exportación de maíz, sorgo, harina de soja, semillas de soja, trigo y pellets de salvado de trigo.
La dura sequía y la intervención del Estado pone a pruebas el mercado de granos. El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Miguel Simioni, se manifestó «muy preocupado por lo que está ocurriendo con la Pizarra». «Estoy convocando a todos los sectores para una reunión en la que definamos una salida conjunta. Todos debemos cuidar la institucionalidad del mercado. Todos debemos ser responsables», detalló el directivo.
Por su parte, productores, exportadores y corredores pusieron el grito en el cielo por abandonar la Pizarra como valor de referencia. «Como el resultado del partido no les gusta, se llevan la pelota», se quejó un corredor. «Hay que aceptar el resultado de la oferta y la demanda; y ellos no lo están aceptando», aportó otro. «Se están abusando al querer comprar maíz, que no hay y no se vende, a 240 cuando el precio es de por lo menos 10 dólares más», calculó un tercer agente consultado por Rosario3. Más allá de los anuncios de ADM y Cargill, la mayoría de los exportadores sostienen que la Pizarra seguirá siendo utilizada como referencia, por ejemplo, estableciendo pagos con un descuento de X cantidad de dólares sobre ella. Sin embargo, nadie se hace el distraído y coinciden en que el conflicto se veía venir por las distorsiones en los precios de la soja y el maíz que provocó el «Dólar soja» y, en rigor, el retraso cambiario que sufre la producción agroindustrial. ¿Se sumarán más exportadores? Hasta el momento, no hubo anuncios de nuevos «fugados». En el mercado están quienes estiman que, más temprano que tarde, todos se sumarán porque ese suele ser el accionar corporativo de los traders, pero también están los que sostienen que no habrá más porque varios exportadores tienen asiento en el directorio de la Bolsa de Comercio, y los ánimos se caldearon mucho. El final está abierto.