Economía | GIRA DE SERGIO MASSA

Misión en Washington

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Cristian Carrillo

El ministro de Economía concluyó sus gestiones en Estados Unidos tras reunirse con funcionarios de la Casa Blanca, la titular del FMI y empresarios de energía.

Georgieva y el ministro. La directora gerente del Fondo destacó en la reunión el «fuerte compromiso para lograr las metas del programa».

Foto: NA

El equipo económico encabezado por el ministro Sergio Massa cerró este lunes su gira por Estados Unidos, con anuncios de inversión en energía, nuevos créditos de organismos multilaterales y la aprobación, por parte del Fondo Monetario Internacional, de las metas impuestas en el programa de refinanciamiento de la deuda contraída por el macrismo. El expresidente de la cámara de Diputados hizo gala de sus conexiones en el país del norte y así pudo destrabar créditos y ganar algo de tiempo hasta que se logre equilibrar la macroeconomía. Antes de su despegue rumbo a Washington, Massa anunció un esquema de dólar diferenciado para estimular la liquidación de dólares del complejo sojero y así sortear uno de los objetivos comprometidos con el FMI de más difícil consecución: la acumulación de reservas.
Para la segunda revisión del FMI, el panorama ya mostraba cierta calma, con la cual rediscutir algunos puntos del programa no parecía una idea descabellada, aunque, según las partes, no se rediscutieron las metas a futuro. Sin embargo, el lanzamiento del dólar soja y las inversiones contenidas en distintos anuncios para el sector de energía desde industrias estadounidenses y préstamos de organismos multilaterales de crédito, donde el BID comprometió 5.000 millones de dólares, no puede disociarse de la discusión a futuro con el Fondo.
El trabajo previo del equipo económico, que viajó el fin de semana anterior para avanzar en las negociaciones con el staff del organismo, estuvo enfocado en las metas cuantitativas del acuerdo de facilidades extendidas, donde se plantean objetivos de reducción del déficit, de asistencia del Banco Central al Tesoro y un fuerte proceso de acumulación de reservas.
El ministro de Economía fue recibido por influyentes funcionarios de la Casa Blanca que tienen suficiente poder interno para diseñar la agenda de la Secretaría del Tesoro, el Departamento de Estado y el FMI en Argentina y América Latina. Estados Unidos es el principal accionista del organismo que conduce Kristalina Georgieva. Pero, además, le permitió dar un espaldarazo importante para avanzar en convenios de cooperación entre los entes recaudadores de ambos países (AFIP e IRS) para conocer en tiempo real las cuentas y empresas creadas en jurisdicciones offshore de argentinos en Estados Unidos. 

FMI y revisión
Luego de la reunión de Massa y Georgieva, el Fondo aprobó la segunda revisión del acuerdo con Argentina. Ahora, el directorio del organismo deberá evaluarlo para su aprobación final y luego se activará el desembolso de unos 4.100 millones de dólares. «Intercambiamos puntos de vista sobre la frágil situación económica y social en Argentina, la cual se ve también afectada por el complejo contexto global. Discutimos el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania sobre la economía mundial y el precio de las materias primas, y las consecuentes repercusiones fiscales y de balanza de pagos en muchas economías en vías de desarrollo», señaló la titular del Fondo en un comunicado oficial. «Tratamos ejes clave para el crecimiento y desarrollo de nuestro país. Conversamos y analizamos el contexto global y los desafíos que representa la guerra para el mundo y para la Argentina en particular, entendiendo que este conflicto bélico dañó la situación fiscal y de reservas nacionales», dijo Massa al término de la reunión. Este había sido precisamente el planteo del Gobierno. Según los cálculos del equipo económico, la guerra en Ucrania le costó al país cerca de 20.000 millones de dólares en reservas, debido a que se paralizaron préstamos previstos de China y Rusia y a las mayores importaciones de energía (abultadas por consumo y, principalmente, por el precio internacional). De todos modos, las partes adelantaron que se buscará cumplir con el acuerdo original. 
«El ministro expresó su clara intención en movilizar el apoyo externo, acentuar esfuerzos para estabilizar la economía y garantizar un crecimiento sustentable con inclusión, bajo los principios de orden fiscal y el fortalecimiento de las reservas», agrega el comunicado del FMI. La agenda estructural que presentó el equipo económico al staff del Fondo pondrá el foco en revisar los incentivos fiscales corporativos y en combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero, incluyendo los esfuerzos para promover los intercambios de información y mecanismos de cooperación internacional. 
Luego de esta negociación con el FMI, Massa avanzará con la deuda con el Club de París. A finales de mayo, Argentina obtuvo una prórroga que estipuló un plazo para un nuevo acuerdo con la entidad pactado para el 30 de septiembre. El otro posible plazo establece como límite el 30 de septiembre de 2024. Esta fecha fue producto de un entendimiento entre ambas partes, en línea con el acuerdo de Facilidades Extendidas firmado con el FMI. Del equipo económico dependerá que el espaldarazo del Gobierno estadounidense no se transforme en un abrazo de oso que lleve a una profunda recesión económica.

Orden fiscal y empresarios
Otros temas que se trataron durante la agitada agenda fueron seguridad alimentaria y energética y el acuerdo AFIP e IRS para la aplicación de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras. Si bien la semana pasada trascendió que el Gobierno estima que hay 100.000 millones de dólares de argentinos «escondidos» en Estados Unidos, el ministro reconoce que el país de América del Norte no es propenso a sellar estos acuerdos. Desde Economía admitieron que fue uno de los temas que se trató en el encuentro, aunque no se conocieron mayores detalles. «Se habló de los avances e instrumentación del acuerdo y IRS-AFIP en el marco del FATCA», indicaron fuentes de la cartera.
El ministro estuvo acompañado por el secretario de Política de Programación Económica, Gabriel Rubinstein; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; el jefe de asesores del Ministerio, Leonardo Madcur; el director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y coordinador de las relaciones con los organismos, Marco Lavagna; y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello.
Durante su estadía se llevaron a cabo reuniones con referentes de organismo multilaterales de créditos, CEO de empresas y funcionarios del Departamento de Estado norteamericano. Uno de los convites fue con Clay Neff, presidente de Exploración y Producción de Chevron, con quien analizaron las operaciones de pozos en Neuquén, el plan de inversiones 2023-2025 de la compañía en el país, principalmente en Vaca Muerta. El otro encuentro fue con Bryan Pickett, gerente general de No Convencionales para Argentina de ExxonMobil, y Daniel De Nigris, gerente general de la firma en Argentina. Finalmente, se reunieron con David Lawler, director ejecutivo de BPX Energy; Kim Krieger, jefa de operaciones de la firma en la región; Juan Martín Bulgheroni, VP Estrategia y Upstream de PAE; y Daniel Felici, VP Corporativo de PAE. «Analizamos los avances e inversiones de la empresa en Vaca Muerta para el desarrollo nacional», comunicó Massa a través de su cuenta de Twitter.
En materia de minería, hubo varias reuniones vinculadas con la explotación de litio y su potencial productivo. Massa mantuvo allí un encuentro con las autoridades de la empresa Rio Tinto, una de las mineras más grandes del mundo, y aprobó la inversión de 190 millones de dólares para desarrollar en Salta el proyecto de litio Rincón. La planta del proyecto Rincón tiene proyección comercial inicial de 3.000 toneladas de producción anual de carbonato de litio grado batería, permitiendo obtener mayor conocimiento e información del proceso industrial y la tecnología para seguir avanzando en sus inversiones. También tuvieron una reunión de trabajo con Paul Graves, CEO de LIVENT, empresa líder en tecnología de litio. La firma lleva invertido en Argentina más de 1.500 millones de dólares.