8 de enero de 2024
El sector de la salud (prepagas, farmacias y obras sociales) también es blanco de las reformas del DNU 70/2023. La desregulación en mercados altamente concentrados redunda en desprotección de los usuarios.
Nuevo marco regulatorio. Los profesionales de la salud ya no tendrán un arancel mínimo garantizado, lo que repercutirá en la atención de los usuarios.
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La desregulación en salud (farmacias, prepagas y obras sociales) introduce cambios que liberan los precios de la medicina prepaga favoreciéndolas en detrimento de los usuarios, pero además perjudica a los prestadores −los profesionales de la salud−que ya no tendrán un arancel mínimo garantizado. Por caso, sin estar aún vigente el DNU 70/23, la mayoría de las empresas del sector les anunció a sus afiliados el aumento a partir de enero: todas informaron un mismo porcentaje (40%). Y no faltaron los reconocimientos para los dueños de las firmas de medicina privada por parte del Gobierno.
Además, el DNU estableció la derogación de Ley 27.113 de declaración de interés nacional y estratégico de la actividad de los laboratorios de producción pública y de creación de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos. Muchos medicamentos caros, pero poco rentables, son producidos en dichos laboratorios como, por ejemplo, la píldora abortiva. Desde ellos, además, se impulsa la investigación. «No solo resultan más baratos por su producción pública sino también garantiza la disponibilidad de medicamentos e insumos estratégicos», detalla un informe de CEPA. En otro ítem del DNU se deroga el topeo de aumentos para quienes cobran hasta 6 Salarios Mínimos y el de la obligación de las prepagas de ofrecer planes más baratos con copagos. Por su parte, el Ministerio de Salud ya no podrá acceder a las estructuras de costos de las empresas, ni poner precios máximos a las cuotas ni topes de aumentos y se derogan los aranceles mínimos para prestadores. Otro apartado modifica la ley de Obras sociales (OOSS), donde incorpora a la medicina prepaga a dicho régimen. Al tiempo que modifica el régimen legal del ejercicio de la actividad farmacéutica. No queda ni uno solo de los ángulos por desregular, obviamente en detrimento de los usuarios/afiliados, apelando a la «libre competencia» entre las prepagas, una estructura oligopólica. Tan solo 11 empresas de medicina privada acaparan más del 90% del mercado. Osde, la más grande, encabeza el podio, ya que se queda con el 34,8%, seguida por Swiss Medical (15,8%), Galeno (11,9%), Sancor Salud (7,3%) y Omint (5,1%). Esto se puso en evidencia casi de inmediato. Por caso, sin estar vigente aún el DNU, la mayoría de las empresas les anunciaron a sus afiliados el aumento de las cuotas a partir de enero: «casualmente» todas informaron un mismo porcentaje (40%).
La actividad farmacéutica también se desregula fuertemente. El DNU habilita la posibilidad de que se constituyan sociedades anónimas −prohibidas en algunos distritos− en detrimento de las farmacias; reduce el control que debe ejercer el farmacéutico sobre la entrega de medicamentos y permite la comercialización de medicamentos «de venta libre» en lugares que no sean farmacias y expendidos por cualquier persona. Pero no solo eso, también permite que haya consultorios en las farmacias. Otra ayudita para los grandes conglomerados farmacéuticos, ya que las grandes cadenas y las droguerías podrán vender directamente al público, controlando así toda la cadena en el caso de aquellas que tienen a su vez laboratorio.
Bajo control
Casi al unísono, el presidente Javier Milei designó a través del decreto 68/2023 a Miguel Carlos Blanco como nuevo titular de SIGEN, el organismo encargado del sistema de control interno del Estado para hacer cumplir las normas contables estatales y que haya un uso eficaz de los recursos públicos. Blanco es contador público egresado de la UBA, fue hasta hace unos días mano derecha de Claudio Belocopitt en Swiss Medical Group, donde estuvo desde 2005. En los últimos años, además de ser director general del Swiss Medical Group, Blanco fue coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, una organización de tercer nivel que nuclea a más de 60 cámaras empresariales, colegios profesionales y asociaciones y presidente y director del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). También fue director de The Exxel Group y Gerente General de Argencard.