26 de octubre de 2023

Franco Mizrahi

Tras la dura derrota electoral y la decisión de Macri y Bullrich de aliarse con Milei, la alianza opositora entró en crisis. Realineamientos y disputas internas.

La coalición Juntos por el Cambio (JxC) cruje y sus principales referentes buscan evitar una fragmentación que la lleve a una disolución. La alianza electoral que conforman la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica (CC) y el PRO entró en crisis tras la dura derrota del 22 de octubre y la decisión de Mauricio Macri y Patricia Bullrich de apoyar explícitamente a Javier Milei de cara al balotaje.
El momento de la implosión de JxC se dio inmediatamente después de que Bullrich informara en una conferencia de prensa, junto a su compañero de fórmula, el radical Luis Petri, que apoyará al líder de La Libertad Avanza (LLA). «No podemos ser neutrales», dijo Bullrich. «El país está en riesgo», agregó. Y tras asegurar que con Milei se «perdonaron mutuamente» llamó a votar por él. El libertario la había acusado de poner bombas en un jardín de infantes durante la década del 70 y tener las manos manchadas de sangre. Por su parte, la exministra y excandidata a presidenta lo había denunciado penalmente. Y no faltan radicales que quieren la expulsión de Petri del partido.
Para esta resolución fue clave una reunión secreta que mantuvieron Macri y Milei en la noche del martes. El armador de esa jugada fue el expresidente, que busca comandar, si no un próximo Gobierno –dependerá de la suerte del libertario en el balotaje–, al menos un polo liberal de ultraderecha con anclaje legislativo. Atento a la reconfiguración del mapa político nacional, Macri siempre coqueteó con Milei y ahora tuvo la oportunidad de concretar un acuerdo. Para ello, primero apostó en la interna partidaria por la debacle de Horacio Rodríguez Larreta, que asomaba como el candidato natural en el interior de JxC. Tampoco apoyó de modo contundente a Bullrich. A la par, se cuidaba de criticar a Milei, quien en el último tramo de la campaña pasó a alabarlo. Ejecutó de ese modo su obra destructora de la alianza que fundó y ahora debe afrontar los cuestionamientos a su liderazgo, acallados durante la campaña previa al 22 de octubre y explícitos desde ayer.

Respuestas contundentes
Sellado el pacto Macri-Milei, la reacción de los referentes de los partidos que integran JxC fue cuestionar al expresidente y exponerlo como el responsable de la fractura de la alianza.
«Macri siempre jugó para Milei», aseguró Elisa Carrió, cofundadora de JxC y líder de la CC y agregó: «El que rompe es él y la pobre Patricia va a cometer un error histórico» al apoyar a Milei.
La UCR emitió un comunicado en el que afirmó que los argentinos «son los únicos dueños de los votos. Ningún dirigente lo es. Cada uno de ellos decidirá en el balotaje por su preferencia». Y aclaró que el partido radical «no apoyará a ninguno de los dos candidatos».
Tras el comunicado, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y Lousteau, brindaron una conferencia de prensa en la que rechazaron las «posiciones unilaterales inconsultas» de Macri y Bullrich.
El mandatario jujeño resaltó que el pacto de Macri con el libertario «es una falta de respeto hacia el radicalismo por todo lo que dijo Milei» sobre ellos. Lousteau dijo que los argentinos votaron a JxC para ser oposición y enfatizó: «Macri y Bullrich decidieron abandonar Juntos por el Cambio». Recordó, además, que la alianza tiene una estructura política robusta: 10 gobernadores, cientos de intendentes, 93 diputados y 24 senadores. «Juntos por el Cambio seguirá siendo eso», dijo el senador radical.
Esa estructura es la que la UCR, la CC y un sector del PRO buscan proteger. De allí el surgimiento de la liga de gobernadores opositores, que se reunió este miércoles por la tarde y también emitió un comunicado: Los mandatarios en ejercicio y electos del PRO y la UCR hablaron de resguardar la identidad de JxC y no «entregarla al mejor postor» ni «al alquimista de turno».
En una línea similar se mostró el jefe de Gobierno porteño saliente, Horacio Rodríguez Larreta, quien también hizo una rueda de prensa este miércoles y llamó a defender la unidad de JxC y a fortalecer «una tercera opción» frente a las dos que disputarán el balotaje.
La postura institucional de la UCR como de la CC y los gobernadores fue la estrategia que se eligió para, al menos momentáneamente, contener una fractura mayor.
El partido que se mostró más fragmentado, lógicamente, fue el PRO. Mientras Macri y Bullrich decidieron apoyar a Milei y tuvieron el acompañamiento de Federico Pinedo y Waldo Wolff, por poner solo dos ejemplos, Rodríguez Larreta, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el exministro de Cultura Pablo Avelluto rechazaron esa posición.
Ante esta ebullición interna en la que era la principal opción opositora, el interrogante que se abre es si habrá fisuras en los bloques legislativos del Congreso Nacional. Y no solo en JxC. La unidad con Bullrich no fue gratuita para Milei. Por ejemplo, la diputada provincial electa de Entre Ríos por LLA, Liliana Salinas, anunció que no acompañará la decisión de Milei de aliarse con Macri: «No permitiremos este manoseo escandaloso», aseguró e informó que conformará un bloque propio por fuera de LLA. Otra dirigente que cuestionó el acuerdo fue la diputada provincial por Santa Fe cercana a Amalia Granata, quien fustigó: «La patria está en peligro por panqueques como ustedes».
En el camino al balotaje, todo indica que, lejos de apaciguarse, la interna opositora continuará.

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