22 de julio de 2024
La incertidumbre laboral reina en un organismo que funciona desde hace 150 años y es fundamental para los sistemas productivos y energéticos. Despidos y déficit presupuestario.
Motosierra. 47 profesionales quedaron fuera del organismo. Inquietud por 600 contratos que vencen este mes, de una planta con 1.129 personas.
Foto: Gentileza Feduba
El pasado 27 de marzo unos 47 profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) –un organismo científico-técnico descentralizado del Ministerio de Defensa– fueron despedidos y solo cuatro reincorporados días después. Ahora se abre un nuevo escenario de incertidumbre, ya que pronto vencen 600 contratos de una planta que cuenta con 1.129 personas. Si bien en la reciente sanción de la Ley Bases se limitó la facultad del Ejecutivo para intervenir organismos públicos y se incorporaron 15 entes e institutos que no podrán disolverse, entre ellos el SMN, esto no quiere decir que no vaya a reducirse el personal, como viene haciendo el Gobierno en muchas áreas del Estado, sin importarle el rol vital que cumplan para la nación.
El cierre de esta nota, las delegadas de ATE confirmaron que hasta el momento les aseguraron a los trabajadores y trabajadoras que si bien no se pedirán listas de personas candidatas a la desvinculación, los contratos serán renovados solo por tres meses más. Además, se procederá a una revisión de la plantilla de todo el personal y la estructura del organismo.
En diálogo con Acción, especialistas y profesionales dejan en claro hasta qué punto el SMN es clave para el país: su vínculo con la producción agropecuaria, la aeronavegación, el control de la capa de ozono, de tormentas geomagnéticas, con las energías renovables, la ocurrencia de incendios y hasta de enfermedades como el dengue. En octubre de 2022, el SMN cumplió 150 años, esto significa que desde 1872 este organismo brinda información y pronósticos meteorológicos, prospectivas climáticas y alertas, y lo hace gracias al constante monitoreo de la atmósfera y de profesionales y científicos altamente formados por el Estado.
«En este contexto de cambio climático, con fenómenos cada vez más severos y frecuentes, el SMN realiza una tarea fundamental, que además creció a través del sistema de alertas que antes no existía; fue un trabajo de varios años para saber cómo comunicar esas alertas, qué niveles había, qué implicaba cada uno, fue una manera de anticiparnos a estos fenómenos. Además, trabajamos con otros organismos desde hace muchos años. Pensar en cómo pueden romper todo esto duele mucho, no estamos tranquilos», sostiene en una charla con Acción Laura Aldeco, licenciada en Ciencias de la Atmósfera, trabajadora de la Dirección de Monitoreo del Clima y una de las delegadas de ATE del SMN.
El Servicio Meteorológico genera muchos productos, el pronóstico climático es el más antiguo y conocido, pero su labor va más allá y de hecho trabaja en conjunto con otros organismos como el Instituto Nacional del Agua (INA); el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA); y el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO).
«Es importante que la sociedad sepa que el SMN no se ocupa solamente de dar información para saber si salimos a la calle con paraguas o no. Negar que el SMN tiene que existir, recortarlo, significa recortar la protección. Para hacer una ruta, por ejemplo, necesitás un informe climático, lo mismo que para hacer una obra. Lo que ocurrió recientemente con el gas, es un ejemplo –aclara Silvina Romano, analista en Sistemas–. En algunos medios de comunicación dijeron que el SMN no había pronosticado las bajas temperaturas, la realidad es que se hace el pronóstico para que se verifique qué temperaturas habrá y a partir de ahí cuál es la presión que se le debe dar al trayecto del gas. Este año, el Gobierno no pidió ningún informe para trabajar esto, como tampoco se están pidiendo los informes de emergencias agropecuarias, que todos los años se solicitaban», describe la trabajadora del área de Sistema de Desarrollo, quien realiza productos web para llevar a la comunidad la información de lo que hace el SMN y es otra de las delegadas de ATE.
Prevención. Tanto para el transporte de mercaderías como para la agricultura, resulta vital conocer el estado del clima gracias al SMN.
Foto: NA
Romano se refiere concretamente al faltante de GNC que tuvo lugar hacia fines de mayo, situación que el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, atribuyó a la falta de información, de hecho así lo expresó en un posteo en la red social X: «Estamos en el otoño más frío desde 1980, no pronosticado y con fuerte demanda de gas». La realidad es que en febrero de este año el SMN había emitido el Pronóstico Climático Trimestral correspondiente al período marzo-abril-mayo de 2024 donde se advertía que iban a darse temperaturas menores a las normales para una extensa área del país: desde la Patagonia, en el sur, hasta Santiago del Estero y Chaco.
Salvar vidas
Contar con un servicio meteorológico posee un valor fundamental para salvar vidas a partir de alertar a la población sobre amenazas climáticas, y también para proteger a la producción. «Una evidencia de que realmente los sectores productivos encuentran valor en esto, es que cada vez más se decide contratar a profesionales meteorológicos para esta tarea –aclara la climatóloga Marisol Osman–. La agricultura es sumamente dependiente del clima, entonces, contar con información climática de calidad es fundamental para poder planificar las actividades asociadas: fecha de siembra, de cosecha, si van a haber heladas tempranas o tardías que pueden afectar los cultivos, sobre todo los regionales», describe esta investigadora del Centro del Mar y la Atmósfera en el Conicet y del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Pero no solo la actividad productiva se ve beneficiada por la información del SMN, la actividad aeronáutica no podría existir si en los aeropuertos no hubiera personal meteorológico para guiar a los pilotos acerca de las condiciones climáticas y meteorológicas al momento de la partida o aterrizaje.
Por otra parte, explica Osman, el sector energético también tiene que hacer estimaciones de la demanda de energía a partir de saber cuál va a ser la temperatura las próximas semanas o, al mismo tiempo, de la generación a partir de fuentes de energía renovables como la hidroeléctrica, la eólica o solar.
Otro ejemplo de lo valioso de la información meteorológica se relaciona con la emergencia de vectores de enfermedades. «Sabemos que la expansión del mosquito que transmite el dengue, el Aedes aegypti, puede estar asociada a las condiciones climáticas de la región en las próximas estaciones. Allí podemos ayudar a anticipar posibles brotes», advierte.
A su vez, la ocurrencia de incendios se relaciona con las condiciones meteorológicas de un sector, anticiparse puede salvar vidas y bienes. «Para todo esto, se necesita información meteorológica y climática, no solo un servicio meteorológico con su base en Buenos Aires, sino contar con una red de observaciones bien distribuida por todo el país para recaudar información, no hay manera de hacer un pronóstico si no se tiene un buen diagnóstico», asegura Osman.
Es justamente esta red de observadores la que se vio perjudicada con los últimos despidos. De hecho, desvincularon a la única observadora meteorológica que había en la provincia de Mendoza. «Esto es un problema, porque cuantos más datos haya es mejor. Una de las observadoras que despidieron en Córdoba, es la que hacía observaciones de geomagnetismo, estos observadores se forman dentro del SMN, hay una inversión del Estado para prepararlos», sostiene Romano.
Cambio climático. Con fenómenos cada vez más severos y frecuentes, el sistema de alertas del SMN es fundamental.
Foto: NA
Mediciones valiosas
Para Aldeco, con los 47 despidos de marzo hoy existe un déficit en el SMN y si llegan a despedir más gente las condiciones van a empeorar. «Para la campaña antártica, por ejemplo, hay que preparar a la gente con cursos científicos, exámenes médicos, psicológicos. Las personas allá pueden estar como máximo un año, se precisa personal para ir rotando, si no se contratan personas nuevas, si no hay dentro del organismo alguien para formar en ese expertise, hay actividades que no se van a poder realizar en la Antártida y más allá de las actividades científicas, también es un posicionamiento de soberanía», enfatiza la climatóloga.
Actualmente, solo hay tres observatorios de geomagnetismo en el país: uno en Córdoba, otro en Cipolletti y otro en Orcadas del Sur. En la Antártida se hacen mediciones muy valiosas: la de la capa de ozono, gases de efecto invernadero, la presencia de microplásticos, y también del campo geomagnético. «Hace unas semanas vimos el impacto de las tormentas solares, vimos la parte linda, la producción de auroras, no obstante, hay que tener en cuenta que la actividad solar que perturba el campo geomagnético argentino, puede provocar fallas en el instrumental: GPS, telecomunicaciones, entonces es importante medirlo en forma continua, una de estas mediciones se hace en las Islas Orcadas», indica Osman. Según destacan las delegadas, el daño al organismo, que además a partir de la sanción de la Ley Bases puede ser intervenido, se inició desde la llegada de Javier Milei al Gobierno, porque a partir de allí comenzó un éxodo de profesionales.
«La mayoría somos contratados y precarizados. El miedo a partir del DNU de Milei hizo que muchos se fueran al sector privado, y con los despidos de marzo, otros hicieron lo mismo, no te podés quedar parado esperando a que te renueven el contrato, la angustia que estamos viviendo es muy grande, pensás en tu familia, tu vida, la gente no quiere irse, la situación te empuja antes de quedarte en la calle sin derecho a nada y ningún tipo de indemnización», reflexiona Romano.