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Un Mastodon en la sala

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Esteban Magnani

¿Hay alternativas a redes sociales como X? Quizás, para recuperar el espíritu democrático de internet, haya que volver a viejas prácticas como los protocolos abiertos, las comunidades y los usuarios activos. Una experiencia en marcha.

Sin algoritmos. Mastodon es un proyecto de software libre abierto al intercambio con otras plataformas.

Foto: Getty Images

Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre el éxodo que experimenta X.com, la red sociodigital antes conocida como Twitter. Hace años que en esa plataforma crecen las agresiones, pero desde que fue adquirida por Elon Musk, quien redujo sus equipos de moderación y promueve personalmente todo tipo de mentiras, los problemas se han acelerado. Cada vez más gente se pregunta para qué participar de esa red, pero la pregunta alcanzó otra dimensión cuando diarios importantes como The Guardian y La Vanguardia, además de muchos famosos, la abandonaron.

Entonces, surge la pregunta: ¿a dónde ir? Muchos se han mudado a BlueSky, una red social que recuerda al viejo Twitter con sus promesas de libertad y gratuidad, pero que también está financiado por capitales que tarde o temprano exigirán recuperar las inversiones y, todo indica, montarán un modelo de negocios cuyos efectos secundarios nocivos son conocidos. 

¿Entonces? ¿Hay alternativa? Sí, pero paradójicamente puede estar en el pasado y no en el futuro, en una época en que primaban protocolos abiertos, comunidades y usuarios activos.

El fediverso
«A diferencia de BlueSky y de todas las redes sociales como las que ya conocemos, Mastodon es un proyecto de software libre que utiliza un protocolo abierto sobre el cual también hay otras muchas redes sociales que se pueden comunicar entre sí», explica la periodistas española especializada en tecnología Marta G. Franco, autora del libro Las redes son nuestras. «Podríamos montarnos nosotros nuestro servidor sin necesidad de pasar por un solo dueño. Esa es la mayor ventaja que nos ofrece Mastodon y todas las demás redes que están construidas dentro de lo que se llama el Fediverso y que comparten ese protocolo libre que se llama Activity Pat», resume la especialista. 

Si bien la idea de una red digital con muchas puertas de entrada puede parecer extraña a quienes se han acostumbrado a una sola aplicación o dirección web, en realidad todos las conocemos y las usamos con bastante cotidianeidad cada vez que enviamos un correo electrónico. Gracias a los protocolos abiertos, cualquier persona puede tener en su servidor una casilla de correo para enviar y recibir mails a usuarios de otros servidores pertenecientes a instituciones o empresas distintas. Desde el punto de vista del usuario, eso ofrece mayor libertad y control sobre sus datos y los criterios de uso. Desde la lógica comercial, esto es un problema que no permite concentrar el flujo de la información o monopolizar un servicio, algo fundamental para montar un negocio. Es (en parte) por eso que las empresas crean protocolos propios que funcionan como jardines cerrados. 

Así, lo que se construye es una red de redes, un Universo de Federaciones, un Fediverso a tono con los orígenes de internet. La gran ventaja de estas redes sociodigitales abiertas es, entonces, que por su arquitectura resulta muy difícil que un actor concentre poder y deje a los usuarios sin opciones. 

Por otro lado, resulta necesario solventar los costos de mantenimiento de estas redes que, si bien son bastante bajos, pueden ampliarse si aumenta la cantidad de usuarios. Esto puede resolverse cobrando un abono: el software libre es accesible para todos, pero no impide que se cobre por un servicio. Y, de hecho, puede ocurrir que una instancia de Mastodon, como se conoce a cada uno de los nodos, decida que no puede o no quiere crecer más. De hecho, ha pasado que los administradores de una instancia rechazaron abrir la cuenta de un medio grande sugiriéndole que era mejor que ellos, que tenían recursos, armaran su propia instancia.

Moderados
Uno de los mayores problemas que experimentan las grandes plataformas es el de la moderación: peinar los miles de millones de posteos y mensajes cotidianos para detectar desde pornografía hasta noticias falsas es caro. Una parte de eso se hace con IA pero es mucho lo que se escapa y las empresas deben (o deberían) invertir más dinero para que ese trabajo se haga con exhaustividad. «La moderación es un reto tanto en entornos de redes libres como de redes comerciales, porque no es un problema que se pueda resolver técnicamente, sino que lleva detrás una gran cantidad de discursos, de debates y reflexiones, que tienen que ver con la libertad de expresión, con los límites, con los discursos de odio, etcétera», continúa Franco. 

«En Mastodon la moderación funciona de la manera habitual de todas las redes: tú puedes reportar contenido si te parece que va en contra de las normas de cada instancia. Lo bueno que tiene este sistema de instancias federadas es que cada una puede tener sus propias normas afines a sus usuarios, por ejemplo, por temáticas, por territorios o cultura local. Cómo mejorar la moderación es uno de los debates dentro de la comunidad del Fediverso. Hay entidades que se están organizando para construir herramientas para que sea más fácil y más ágil la moderación de contenidos», cierra. También es posible bloquear instancias completas porque no comparten ciertos criterios con la propia instancia y eso puede simplificar el trabajo. «Es algo que ya ha pasado con instancias creadas por personas de ultraderecha». 

Pero posiblemente el mayor desafío para redes como Mastodon es que los usuarios se han acostumbrado a algoritmos entrenados para facilitarnos todo y no resulta necesario pensar demasiado: «Mastodon no tiene algoritmos que te pongan por delante contenidos publicados por cuentas a las que no sigues. Hay algunos algoritmos que ayudan a encontrar cuentas afines, por ejemplo, usando una pestaña dentro de la herramienta que se llama “Explorar” donde aparecen cuentas que siguen a las personas que tú sigues. Esa es una forma muy útil de de expandir tu comunidad. Lo que nunca te va a pasar es tener en tu pantalla contenidos de cosas recomendadas por un algoritmo que no elegiste. Hay personas a quienes esto les puede parecer un problema para empezar porque no tienen un feed lleno de contenidos en cuanto entran. Pero también es una virtud: está pensado así por diseño porque busca que tengas más agencia y más capacidad de elegir realmente qué es lo que quieres ver. A la larga te va a llevar a un espacio mucho más sano». Sin algoritmos que presionan para imponer contenidos, los usuarios deben ser más activos. El tiempo dirá quiénes quieren dar el salto y sostenerlo. Se puede empezar a averiguarlo ingresando a un listado bastante completo de servidores que se ofrece en mastodon.social.

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