20 de noviembre de 2018
Un grupo de trabajadoras domésticas cortó el ingreso al country Nordelta, uno de los más exclusivos de la zona norte de Buenos Aires, porque los dueños de las casas donde desempeñan sus tareas impiden que viajen en las mismas combis, en lo que consideraron un verdadero «apartheid». De ese modo, los choferes de los vehículos con los que acostumbraban a viajar, en forma más directa y rápida, ahora les impiden subir y se les dificulta llegar al exclusivo barrio. «Las empleadas nos enteramos que la verdad es que no nos dejan viajar en esos micros, con profesionales o propietarios, porque en una reunión de vecinos “nordelteños” dijeron bien claro que los vecinos (gerentes de importantes empresas, políticos, empresarios, figuras mediáticas) no quieren viajar más con nosotras porque dicen que olemos mal y hablamos mucho», expresó una de las trabajadoras.