16 de mayo de 2019
La gobernadora del estado de Alabama, Estados Unidos, Kay Ivey, firmó la nueva ley contra el aborto que prohíbe todos los casos, incluso por violación o incesto, salvo cuando el embarazo ponga en riesgo la salud de la mujer. La nueva legislación convierte esta práctica en un delito grave que estipula una sentencia máxima de 99 años de cárcel para los médicos que la lleven a cabo, así como una pena de hasta 10 años de prisión para quienes intenten abortar. La ofensiva de los estados conservadores contra el aborto alcanzó de esta manera un nuevo récord con la aprobación por parte del Senado de Alabama. La normativa de este caso va más allá que las llamadas «leyes del latido» aprobadas en los últimos meses en otros estados conservadores del sur y medio oeste de Estados Unidos pero cumple el mismo propósito que prohibir abortar desde las seis semanas de embarazo, un plazo en el que muchas mujeres ni saben que están embarazadas. «Hoy firmé la ley de protección de la vida humana de Alabama. Para los proyectos de ley muchos partidarios, esta legislación se erige como un poderoso Testamento de la creencia profunda de los alabamianos de que toda vida es valiosa y que toda vida es un don sagrado de Dios», enfatizó la gobernadora.