13 de mayo de 2024
La tradicional música porteña y las rimas callejeras actuales encuentran puntos de confluencia en la obra de referentes como YSY A, Niki Nicole, Trueno y Wos.
Bandera. Con temas como «Te traje unos tangos», YSY A se convirtió en un pivote fundamental de la escena.
Foto: Nicolás Aragon
«Más allá de que a primera vista parecieran no tener mucho en común, el tango y el trap tienen cosas en lo musical que los hace compatibles para una fusión, pero sobre todo vienen del mismo barro y eso genera una conexión muy fuerte», opina la cantante Nazarena Cáceres, que fusiona ambas vertientes en su propia obra. Con la misma cuna como punto de partida, los dos géneros empiezan a mostrar señales de acercamiento entre sus artistas y dan frutos en los estudios de grabación y los escenarios.
El cruce entre tango y la denominada «música urbana» registra varios antecedentes notorios. El tema «Te traje unos tangos», de YSY A, es uno de los más obvios y funciona como bandera, pero también conviene destacar la intervención que el trapero hizo durante una entrega de los Premios Gardel junto a Amelita Baltar y Hernán «Cucuza» Castiello, a quien luego invitó al escenario a cantar a dúo sus temas más «tangueros» cuando dio un recital en la cancha de Huracán. Si se presta atención, en las letras de Trueno o Wos hay citas y alusiones al dos por cuatro. El característico bandoneón aparece en tracks de Niki Nicole y en un notorio videoclip de Nathy Peluso y Trueno está ambientado en una milonga, con varias parejas del ambiente frente a cámara. Hay un sustrato común en algunos artistas jóvenes del trap, que se criaron con los tangos del ayer en sus oídos gracias a familiares o vecinos.
Desde el lado del tango tampoco faltan señales de acercamiento. Ariel Ardit «tangueó» a Trueno durante la ceremonia de los Grammys del año pasado y el cantor «Cucuza» Castiello directamente le compuso un tema a YSY A, titulado «Un tango para el YSY». También hay un puñado de intérpretes y compositoras tangueras que incluyen los beats urbanos en sus lanzamientos, como la misma Cáceres, Astr0kate o Mar Seco, que pueden ir de un género al otro sin despeinarse, y que por edad están más cerca de los traperos que de los (re)fundadores del tango de este siglo. Pero más allá de estos gestos, que los descreídos podrían considerar meras serpentinas de colores para la tribuna, son los propios protagonistas quienes reconocen que el vínculo, aun en formación, ya está ahí.
Sentimientos compartidos
El periodista e investigador Gabriel Plaza señala como antecedente fundamental del proceso los primeros años de la movida del electrotango. «Muchos DJ pasaban temas de hip hop y los infiltraban en algunas tandas porque tenían un beat, un marcatto, que podía llegar a la milonga», rememora. En su opinión fue Luciano Superville, de Bajofondo, el primero en fusionar elementos del hip hop con el tango. «No es casual que YSY A retome esta bandera de un trap local, con identidad y DNI argento, y ahora se junte a grabar con Gustavo Santaolalla, que fue uno de los fundadores de Bajofondo», considera.
Para los tangueros de hoy, YSY A funciona como un pivote fundamental de estos cruces. «Cucuza» Castiello recuerda con cariño una cena de empanadas compartida en su casa. «A él no solo le gusta mucho el tango, incluso eso de apodarse “el varón del trap” es un guiño a Julio Sosa, al que le decían “el varón del tango”», destaca. En cuanto al tema que le dedicó, Castiello alude a la vieja tradición tanguera en la que los compositores se homenajeaban dedicándose temas. «Fue un gesto de gratitud, y además en el caso de YSY pensar en una especie de legado, porque para mí es muy importante que un pibe de esta generación, muy exitoso en lo suyo, siendo de otro palo tenga un pie también puesto en el tango», complementa.
«Ambos géneros son la voz de la urbanidad, poetizan un sentimiento muy similar: es la transmutación del dolor de no pertenecer y buscarse en un mundo cada vez más disgregado», reflexiona Cáceres. Para la cantante –que empezó su carrera en el micrófono de La Martino Orquesta Típica– también hay una «cosa tribal» entre ambas músicas: las raíces afro que tienen tanto el tango como el trap facilitan la mixtura en el momento de componer.
Para su colega Astr0kate, el cruce era «inevitable». La cantante y compositora integra una troupe de artistas motorizados por el bandoneonista Nicolás Tognola, que se reúne bajo el paraguas conceptual de «la tanguedá», una forma identitaria de entender la música más allá de las categorizaciones. «Se trata de hacer prevalecer esos rasgos culturales que tenemos como argentinos, por costumbres, por estéticas y creo que esa es la manera de diferenciarnos del resto del mundo del rap, el hip hop, el trap y los otros ritmos urbanos», plantea Astr0kate. «Todos surgen de la yeca, del lunfardo diario, del mismo lugar, hablan de las maldades, los problemas sociales, la política, el desamor, el desarraigo y la ciudad, la noche, las drogas y el sexo», comenta. «En lo personal, yo no me puedo separar del tango en ningún género que abarque. Los argentinos somos nostálgicos, melancólicos y pasionales, de alguna manera queremos decir lo que pensamos: ambos géneros le dan voz a ese tipo de expresiones».