25 de julio de 2018
Corinna Larsen es una empresaria alemana que desde que se casó con el conde Casimir zu Sayn-Wittgenstein no solo utiliza su apellido aristocrático, sino que se hace llamar princesa y reclama el tratamiento de «Su Alteza Serenísima». Así fue que se acercó al rey de España Juan Carlos de Borbón a poco de separarse, en 2005. Esa cercanía le causó al monarca muchas complicaciones: por ejemplo, su imagen se vio afectada cuando se rompió la cadera en una cacería de elefantes en Botsuana, en 2012, organizada por Larsen. Ese safari fue uno de los detonantes para que Juan Carlos terminara por abdicar en favor de su hijo, en 2014. Ahora, Corinna zu Sayn-Wittgenstein reveló a medios españoles que desde 2013 es testaferro del rey en propiedades que están fuera de España. «No porque me quiera mucho», dijo, «sino porque resido en Mónaco», donde la vigilancia impositiva es mucho más laxa.
Muñecos. Juan Carlos de Borbón y Larsen. (JORDAN/AFP/DACHARY)