9 de abril de 2014
Las comunidades indígenas y campesinas guatemaltecas siguen resistiendo el monopolio eléctrico manejado por capitales británicos. Ya son más de 160.000 usuarios, mayormente radicados en las zonas más excluidas, los que están en rebeldía contra Energuate.
La campaña para no pagar el servicio hasta que se lo nacionalice tuvo como respuesta apagones y el retiro de los cableados y generadores. Los intentos comunitarios por autoabastecerse de luz, en una región desatendida por los gobiernos, fueron jaqueados por las maniobras de la compañía en complicidad con sectores políticos y fuerzas de seguridad. Aunque el Estado de Guatemala es el que genera y compra la energía, la vende a Energuate a un precio que ésta compañía aumenta exponencialmente al distribuirla.