11 de febrero de 2015
El Parlamento alemán aprobó una ampliación de su misión militar en Irak. Unos 100 soldados se sumarán a los 15 que se encuentran entrenando y armando a milicias kurdas en el norte iraquí al margen de la comunidad internacional. Tanto Die Linke como los Verdes cuestionaron la legalidad y el sentido político de la intervención. «Este despliegue es inconstitucional. Poco a poco ingresamos en una guerra cuyo final es imprevisible», reclamó la izquierda asegurando que las fuerzas germanas en el exterior solo deben actuar en conjunto con la ONU o la Unión Europea. También denunciaron la «militarización de la política exterior germana» y que «se le extendió un cheque en blanco a la venta de armas adicionales a Irak» desatendiendo las necesidades humanitarias. Los ecologistas y la izquierda piden mayor transparencia al gobierno de Ángela Merkel.