10 de agosto de 2016
Movilizados. Opositores en apoyo a la toma. (Minasyan/AFP/Dachary)
La crisis política sigue amenazando la democracia armenia. Los tarifazos, las sospechas de fraude en el referendo que permitirá a Serzh Sargsian mantenerse en el poder y la derrota militar frente a Azerbaiyán fueron algunos de los elementos que impulsaron la reciente toma de rehenes en una comisaría en Ereván. El grupo de excombatientes en el Nagorno Karabaj, denominados Tasna Tsrer y dirigidos por el encarcelado opositor Zhirayr Sefilyan, consiguió que se reunieran cientos de manifestantes alrededor del lugar. La situación no solo tuvo en vilo al país por dos semanas. El resto del Cáucaso Sur también tembló ya que el incidente se inició a pocos días del intento de golpe en Turquía. Los rebeldes forman parte de una alianza con sectores de la oposición moderada y su objetivo es evitar que Sargsian firme la paz con los azeríes y abandonar el vínculo de «dependencia» con Rusia.