9 de mayo de 2025
En la nación andina, a miles de kilómetros de Chicago, la tierra natal del nuevo papa, la gente salió este jueves 8 de mayo a las calles para celebrar la elección del ex misionero, a quien consideran uno de los suyos. La euforia se extendió de Chiclayo al Callao, dos territorios en donde el ahora León XIV volcó sus afectos evangelizadores y sus gustos gastronómicos. «Estamos contentos y agradecemos a Dios por habernos regalado un papa peruano. Él es norteamericano, pero ha estado en el Perú y es peruano. Aquí en el Callao (cerca de Lima) comía ceviche», relata el párroco de la basílica Nuestra Señora del Carmen, Víctor Torres. El cura recuerda con cariño que el religioso estadounidense, en su etapa de misionero en Perú, estaba la mitad del mes en Callao y la otra mitad en Chiclayo, donde era obispo, y destaca que cada quince días conducía él solo durante más de 12 horas para recorrer los 800 kilómetros que separan ambas localidades. En ese sentido, el nuncio apostólico en Perú, Paolo Rocco Gualtieri, afirmó que el papa León XIV «es más peruano que estadounidense», ya que nació en Chicago, pero desarrolló casi cuatro décadas de su misión en Perú, donde se nacionalizó en 2015. «Pienso que todos los peruanos y peruanas han acogido esta bella noticia con mucha alegría», declaró Gualtieri.