11 de noviembre de 2015
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha demostrado nuevamente su gran habilidad para imponer una agenda política entre israelíes y palestinos. El 20 de octubre afirmó que Hitler no había tenido la intención de exterminar a los judíos y que –en realidad– sus planes para llevar adelante el Holocausto habían sido influidos por el máximo líder religioso musulmán de Jerusalén durante el mandato británico sobre Palestina en la década del 30 del siglo pasado. Netanyahu sabía que su afirmación estaba lejos de la verdad histórica y que provocaría una avalancha de críticas en su contra. De hecho, muy rápido aclaró que no quería decir exactamente lo que había dicho. Desde ya que a Netanyahu le importa muy poco el debate historiográfico; su objetivo al decir lo que dijo fue político, para trazar una línea de continuidad en el odio hacia los judíos de nazis y palestinos mezclándolos por completo.
No es la primera vez que un primer ministro israelí plantea que los árabes en general, y los palestinos en particular, se oponen a todo lo que hace el Estado de Israel por un supuesto odio per se hacia los judíos. En este relato no existen expulsiones, ocupaciones, simplemente odio, como el de los nazis. Y en la sociedad israelí la demonización del árabe y del palestino asimilándolos al nazismo siempre ha funcionado. En la década del 60 el árabe demonizado y acusado de antisemitismo era el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, en los 70 lo fue el líder palestino Yasser Arafat y en la actualidad lo son todos los árabes –y no solo los árabes– que osen criticar la política israelí. Es más sencillo para los líderes israelíes acusar de antisemitismo a los dirigentes árabes que discutir sus propuestas de paz, como la presentada por la Liga de Estados Árabes desde el año 2002 hasta la fecha. Al ignorarla la invisibilizan y así se reafirma puertas adentro que los árabes no quieren la paz pues quieren exterminar a los judíos. Es lo que buscó Netanyahu con sus declaraciones. La mayoría de los israelíes le cree y por ahora lo sigue votando.