9 de octubre de 2019
En el campo de refugiados de Moria, isla de Lesbos, un hombre y un niño sufren los efectos de los gases lacrimógenos arrojados por la policía, durante la protesta de migrantes indignados por el incendio que dejó dos muertos y varios heridos. Organizaciones humanitarias alertan por las condiciones de hacinamiento en las que viven más de 12.500 personas. (TzortzinisAFP/Dachary/