8 de febrero de 2018

Los empleados de Carrefour en Bélgica protagonizaron un paro histórico. Sucursales de todo el país hicieron huelga para oponerse al plan de ajuste de la empresa, el cual contempla la reducción del 10% del plantel. La corporación, que está aplicando el mismo plan en Francia, justificó los más de 1.200 despidos asegurando que busca «mejorar la productividad y la competitividad». El sindicato local SETCa acusó a la gerencia de mantener «una actitud fría e indiferente» y de propiciar una verdadera «carnicería social». Aunque las autoridades se comprometieron a mediar en el conflicto, una de las representantes sindicales, Delphine Latawiek, denunció: «Están destruyendo el empleo con sus políticas de flexibilización así que si realmente quieren hacer algo, que nos brinden un marco legal que sostenga los trabajos de calidad».