Opinión

Juan Carlos Junio

Dirigente cooperativista

Dilemas externos e internos

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A la carga. Desde el atril montado por Vox, en la península ibérica, el presidente argentino atacó a su par español.

Foto: Getty Images

Durante el pasado fin de semana asistimos a otro exceso del presidente Javier Milei en materia de relaciones internacionales. En esta oportunidad generó un conflicto con España, un país de vital importancia para la Argentina por muy diversas razones. Resulta imprescindible recordar que ya ocurrieron episodios similares con el presidente de Brasil, Lula Da Silva; con China; con Rusia; con el presidente Gustavo Petro, de Colombia; con el boliviano Luis Arce; con Andrés Manuel López Obrador, de México; con el chileno Gabriel Boric; y con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. La enumeración resulta reveladora.

En esta circunstancia el conflicto escaló, ya que no solo descalificó a la esposa del presidente español, Pedro Sánchez, sino que participó en un acto proselitista de una agrupación opositora. Lo cierto es que el afán de constituirse en referente de la ultraderecha planetaria está trayendo aparejado al país un claro aislamiento internacional a partir de conflictos con países de diverso signo político.

Los casos de China y Brasil generan, además, un peligro de deterioro de los intereses comerciales y productivos de la Argentina. Por el contrario, el presidente ha colocado a nuestro país en un seguimiento irrestricto con la política internacional de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, rompiendo con la tradición, sostenida por distintos Gobiernos, de no alineamiento a los efectos de sostener la imprescindible autodeterminación en materia de política internacional.

El pacto frustrado
La otra cuestión que continúa siendo un punto central de la coyuntura política es el tratamiento en el Senado del proyecto de Ley Bases. Todo indica que en la Cámara Alta el Gobierno está empantanado porque el proyecto de ley afecta a muy diversos sectores sociales, a las economías provinciales y a la Nación toda, muy particularmente en un punto nodal, el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

La crítica a esta normativa en ciernes es generalizada, ya que le otorga a las grandes corporaciones multinacionales la posibilidad de explotar nuestras riquezas a discreción, sin ningún control del Estado, sin protección del medioambiente y las poblaciones circundantes, con la facultad de que no se ingresen las divisas producto de las exportaciones al tercer año, que precisamente es el momento de maduración de la inversión, y, lo más grave, en caso de conflicto quien dirimirá el diferendo será el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones). Este tribunal, que depende del Banco Mundial, tradicionalmente ha fallado contra nuestro país.

Frustración oficial. El proyecto de Ley Bases no avanzó en el Senado como el Gobierno esperaba.

Foto: NA

Derrota
Como consecuencia de este estancamiento en el Congreso Nacional, el Gobierno ha sufrido una clara derrota al no poder materializar el proyectado «Pacto de Mayo», que tenía pretensiones de transformarse en un gran acontecimiento político, demostrativo de que Milei ha logrado la gobernabilidad que le reclaman el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los poderes locales.

Así es que el presidente queda en una situación de fragilidad e incertidumbre que no se disipa con sus formulaciones de que «hagan lo que hagan a mí no me importa» y «eso a mí no me hace nada». El propósito de estas declaraciones propagandísticas es el de desarmar y horadar la voluntad de la sociedad sobre la base de un simplismo: si nada le hace nada no tendría sentido ninguna iniciativa política. Obviamente, eso no existe en la vida de las personas y mucho menos en las disputas políticas. En definitiva, todo indica que la iniciativa presidencial ha quedado atrapada en un Parlamento que no se ha subordinado en forma irrestricta a las presiones que ejerce el Gobierno con el instrumento del manejo presupuestario.

Todos estos enfoques sobre la coyuntura deben ser inscriptos en el marco de una situación social cada vez más crítica a partir del brutal ajuste económico, particularmente la caída de los salarios y las jubilaciones, los despidos que comienzan a generalizarse y los aumentos tarifarios. Esta situación ha tenido como contrapartida las grandes movilizaciones sociales que marcan un dato insoslayable de la época. En suma, el escenario continúa abierto en el marco de un claro crecimiento de las tensiones políticas.

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