Opinión

Alfredo T. García

ECONOMISTA

Maniobra para generar zozobra

Tiempo de lectura: ...

Contra el peso. Milei, flanqueado por otros candidatos de su espacio, ratificó ante la prensa sus controvertidas afirmaciones.

Foto: NA

Al día siguiente del segundo y último debate presidencial antes de las elecciones de octubre, el candidato libertario cambió su acartonada actitud en dicho debate, y volvió a los exabruptos, en este caso contra la moneda nacional. Más preocupante aún, les recomendó a las personas que no renueven los depósitos a plazo fijo en pesos. Y lo ratificó en una conferencia de prensa en la tarde del jueves 12.
Definiciones tan tajantes como las que realizó Javier Milei, y aún más, proviniendo de un candidato a presidente, intentan generar impacto en la sociedad, causando angustia e incertidumbre. Si esta es una estrategia de campaña electoral, ¿cómo puede pensarse que sería un eventual gobierno libertario?
Se habla ligeramente sobre los ahorros de las personas y se profetiza una situación ruinosa, partiendo de una mendaz debilidad de la moneda argentina, incluso se hace referencia a mecanismos de crisis pasadas que pueden llegar a rememorar, en varias personas, sucesos como los de 2001.
La situación actual no tiene comparación alguna con la crisis de inicios del milenio. En aquel entonces, se depositaban pesos y se querían retirar dólares, producto del mecanismo de la Convertibilidad.
En la actualidad, la gran mayoría de los depósitos están colocados en pesos, y el sistema posee una liquidez altísima, tanto en pesos como en dólares. La remuneración de los depósitos en pesos, desde mediados del año pasado, resulta positiva, levemente superior a la inflación. Una característica que no se ha validado a partir del aumento de precios de agosto, debido a la devaluación del 21,8%, pero que es una política definida del Banco Central (BCRA) y puede pensarse que se retornará a valores positivos en las tasas. Por otro lado, hay varias opciones de depósitos ajustables por índice de precios que resguardan el valor real de las inversiones. Pero estas medidas que se proponen fortalecer a las inversiones en pesos, podrían debilitarse ante las expectativas de fuerte subida del tipo de cambio que produciría un eventual futuro gobierno neoliberal o libertario.
La representación de los trabajadores, de las cámaras que nuclean a la totalidad del sistema financiero y la mayoría de los líderes y analistas económicos han salido a criticar estas declaraciones, puesto que no ayudan al normal funcionamiento de la economía y dan pasto a la especulación financiera.
Además, las declaraciones de los neoliberales y los libertarios intentan contrarrestar los esfuerzos que se están realizando para ir reduciendo la inflación, y las distintas medidas que se están tomando para reforzar los ingresos de los sectores de menor capacidad adquisitiva.
Desde el Ministerio de Economía se están tomando nuevas medidas para enfrentar la especulación, tanto para reforzar las Reservas Internacionales (una de ellas es la habilitación de un tramo de libre disponibilidad de 5.000 millones de dólares del swap con China, más 700 millones de dólares para distintas inversiones en infraestructura, entre ellas las represas de Santa Cruz), como para mejorar el tipo de cambio a sectores productores, o limitar las operaciones especulativas en el mercado de divisas.
Los equilibrios macroeconómicos existentes no justifican la volatilidad de las variables cambiarias ni tampoco los valores de inflación que se han observado. Estas conductas son originadas en gran parte en la puja distributiva vía la remarcación excesiva de precios, en la especulación y en la incertidumbre existente, alimentada por declaraciones y noticias que tienen por objeto exacerbar la volatilidad cambiaria y de precios.
Estas fuerzas políticas y económicas realizan declaraciones infundadas para intentar instalar con mayor fuerza la necesidad de la dolarización de la economía argentina. Una eventual dolarización que significaría una inaceptable pérdida de soberanía. Por un lado, porque significa renunciar a tener política monetaria. Por otro lado, y vinculada a esta última, estaríamos totalmente subsumidos a los vaivenes de la economía internacional, al quedar atados a una moneda cuyo valor refleja la productividad de Estados Unidos. Divisa que se mueve de acuerdo a las necesidades macroeconómicas de su emisor, sus valores de inflación o su nivel de desocupación. No hay, entonces, forma de gestionar una economía argentina que tenga por moneda al dólar estadounidense.
Pese a ser una frase muy utilizada, no deja de ser veraz: la dolarización es un viaje de ida. 

Estás leyendo:

Maniobra para generar zozobra

Dejar un comentario

Tenés que estar identificado para dejar un comentario.