14 de diciembre de 2023
Entre las medidas económicas del plan de ajuste, la rebaja de las subvenciones al transporte en el AMBA y en la energía ocupó un papel destacado. Incidencia en la clase media y baja.
Índice Bondi. El valor del boleto de colectivo sin subsidio en el AMBA en noviembre habría sido $540,93 promedio, según AEETA.
Foto: NA
«Vamos a reducir subsidios a la energía y al transporte. Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y transporte a través de estos subsidios. La política siempre lo ha hecho porque de esa forma engañan a la gente haciéndoles creer que les ponen plata en el bolsillo. Pero como todos los argentinos ya se habrán dado cuenta, estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación. Lo que te regalan en el precio del boleto te lo cobran con los aumentos en el supermercado. Y con la inflación son los pobres los que terminan financiando a los ricos», sostuvo el ministro de Economía, Luis Caputo, en su anuncio de medidas económicas. Horas después, se conoció que la contracción de subsidios será de 0,7 puntos porcentuales del PIB.
Desde los sectores involucrados, ante la falta de precisiones en términos absolutos, salieron a hacer sus propios cálculos. En materia de transporte, José Troilo, de la Cámara de Autotransporte de Pasajeros, anticipó que el boleto de colectivo sin subsidios costaría 600 pesos, un valor cercano al que se barajó en la denominada «campaña del miedo», durante la campaña electoral.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó la fecha a partir de la cual el Gobierno recortará subsidios a las tarifas del transporte público: a partir del 1° de enero de 2024. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), los precios del boleto de colectivo y tren están congelados desde julio, el mínimo varía entre los 31 y 53 pesos, de acuerdo al tipo de transporte. Mientras que la situación es diferente en el interior del país. En noviembre y en lo que va de diciembre, al menos, cinco provincias sufrieron aumentos en las tarifas de colectivos urbanos. En algunos casos, el valor del pasaje mínimo supera los 200 pesos.
Según un informe de Ieral, Fundación Mediterránea, en el primer trimestre de 2023, el 79,4% de los subsidios fue destinado al AMBA, mientras que el 20,5% se repartió en el resto del país. Por su parte, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), en varias oportunidades en estos últimos meses, remarcó que «la situación financiera de las empresas de colectivos del AMBA puede derivar en interrupciones y hasta una parálisis del sector». De acuerdo al «Índice Bondi» de noviembre que realiza AEETA, el valor del boleto de colectivo sin subsidio en el AMBA debería costar 540,93 pesos en promedio.
Servicios
Si bien la quita de subsidios segmentada estaba en marcha en los servicios básicos domiciliarios, Caputo anunció una eliminación adicional sobre esas transferencias como parte del paquete de medidas económicas del plan de ajuste del Gobierno de Javier Milei. También se desconoce el alcance de la medida y, sobre todo, la velocidad con que el Gobierno planea quitar los subsidios.
En el caso de las facturas de electricidad y gas, el impacto será directo sobre la clase media, representada en los hogares del Nivel 3 de la segmentación tarifaria impulsada por el Gobierno de Alberto Fernández, ya que los subsidios a los usuarios de mayores ingresos (Nivel 1) ya se retiraron durante este año. Un interrogante es cuál será el impacto en el Nivel 2, que agrupa a los hogares de bajos ingresos. Ambos grupos (medios y bajos) de usuarios concentran cerca del 70% de los hogares del país.
Según el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), casi 9 millones de usuarios se inscribieron para recibir un subsidio a la electricidad (que se llevan la mayor parte de los aportes) y casi 5,8 millones de hogares lo hicieron para recibir el subsidio al servicio de gas natural. La segmentación contiene también el consumo de gas según la ubicación geográfica, donde las zonas frías tienen mayores subsidios, por tal motivo, para tener un panorama general es clave lo que sucede en el servicio eléctrico.
Los usuarios del Nivel 1 ya pagan la tarifa sin subsidios. Por este motivo, el sector al que apuntaría el nuevo Gobierno para implementar el ajuste es al universo de usuarios residenciales del Nivel 3, que en las redes de distribución de Edenor y Edesur son más de un millón de hogares. Este grupo tiene subsidiado un consumo eléctrico de hasta 400 kilovatios por hora (kV/h) por mes, y en el caso de los hogares sin conexión a la red de gas natural es de hasta 550 kV/h. Todo el consumo excedente a este umbral los hogares lo pagan actualmente como tarifa plena (sin subsidios).
El Nivel 3 son hogares con ingresos que van de 1 a 3,5 canastas básicas mensuales estimadas por el INDEC. Esto supone que, a valores de noviembre, son ingresos familiares que van de 345.295 hasta 1.208.534 pesos.
El otro sector que podría sufrir la quita de subsidios son los que hogares de ingresos bajos que están en el Nivel 2, que en Edenor y Edesur suman casi 2,5 millones de usuarios. En ese caso, si el Gobierno de Milei decide avanzar sobre estos usuarios, habrá que ver si se implementan medidas para amortiguar el impacto social y a cuántos usuarios abarcará.