14 de abril de 2022
El sector, como el global de alimentos, registra bajos rendimientos como consecuencia de la falta de lluvias. Sin embargo, los precios crecen.
Impacto. Las pérdidas de los productores ya superan los 1.500 millones de pesos, principalmente en Jujuy y Salta.
JAVIER CORBALAN
Las primeras alertas llegaron desde los principales cultivos exportables, pero el daño que generó la sequía no solo impacta en la producción de soja, maíz o trigo. La de azúcar, de acuerdo con cálculos del mercado, registra pérdidas por 1.500 millones de pesos –la mitad de las pérdidas forestales, de 3.000 millones de pesos–, como consecuencia de la falta de lluvias, principalmente en Jujuy y Salta. Por esas deficiencias hídricas el sector perdió el equivalente al 50% de la producción anual, según cifras dadas a conocer por la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta.
El silencio de las corporaciones agropecuarias sobre el tema tiene que ver con que no hay mucho para pedirle al Estado. En diciembre, el Gobierno anunció una masiva reducción de los derechos de exportación para productos orgánicos y regionales (retenciones), que en algunos casos quedan eliminados, con el objetivo de fomentar la producción, crear empleo e impulsar la agregación de valor. En el caso de los productos orgánicos dejarán de tributar vinos, puré de manzana, azúcar de caña y arroz, que hasta ese momento tributaban una alícuota del 5%. A estas medidas se suma que en febrero se lanzó una mesa sectorial de la actividad productiva del sector azucarero en el NOA afectada por la sequía. En ese marco, los productores hablaron de que están al borde del quebranto y pidieron medidas por la crisis en el sector.
Paliativos nacionales y situación internacional
En ese contexto, autoridades del Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy, de la Unión Cañeros Independientes de Jujuy y Salta, directivos de ingenios y productores azucareros acordaron la creación de la Mesa Regional de Producción Azucarera. «El caso del azúcar también fue un problema para la producción, lo que se reflejó además en las subas estacionales de los precios», aseguró la subsecretaria de Comercio Exterior y Defensa de la Competencia, Ludmila Voloj. De acuerdo con las cifras del INDEC, en diciembre último, la producción de azúcar y derivados se contrajo 6,7% respecto de igual mes de 2020, mientras que los precios crecieron 56,5% interanual.
El impacto de la sequía impacta en la falta de macollo (brotes del pie vegetal) en los cañaverales, lo que preanuncia abultadas pérdidas de la producción para la zafra 2022 que comienza en mayo. «La pérdidas de los productores hasta el momento ya superan los 1.500 millones de pesos. Situación que los coloca económicamente al borde del quebranto», informó la Unión Cañeros de Salta y Jujuy.
El sector azucarero y funcionarios del equipo económico trabajan sobre distintos condicionantes que exhibe la actividad, que se repite en la producción de distintos alimentos. Entre los principales limitantes se destacan «la falta de financiamiento, precios bajos, insumos caros, altas cargas impositivas, entre otros factores, que no permitieron hacer renovaciones de cañaverales y en muchos casos tampoco se les dio la atención mínima a las plantaciones», señalan fuentes del sector. Como medidas de largo plazo, reclaman que se realicen obras de captación y almacenamiento de agua y mejorar las ya existentes, revestimiento de canales y mejorar su conducción para evitar pérdidas, mejoramiento en las tomas de agua de los consorcios de riego y créditos para perforación de pozos.
La Organización Internacional del Azúcar informó que la producción de azúcar en 2020/21 fue la más baja de los últimos cinco años pero anticipaba un remonte en la actual campaña, aunque los problemas climáticos tanto en la región como en Europa podrían reducir las proyecciones para la actual campaña. La menor producción en Europa es consecuencia de menores rendimientos debido a una meteorología desfavorable y a problemas de plagas, especialmente a la amarillez de la remolacha en países como Francia y Alemania. Se espera que la producción en 2021/22 sea de alrededor de 16 millones de toneladas. Es la primera campaña en la que Grecia no ha sembrado nada. Como con otros alimentos, el problema de precios y producción es global.