Sociedad | ENTREVISTA A MARCELO COLAZO

Un universo millonario en estrellas

Tiempo de lectura: ...
Marcelo Torres

La pregunta de si hay vida inteligente en el cosmos ha desvelado a parte de la humanidad. ¿Qué posibilidades existen? ¿Podría llegar a nuestro planeta?

La existencia de vida inteligente fuera de la Tierra ha desvelado a buena parte de la humanidad por siglos. Hoy, las frecuentes noticias sobre Fenómenos Aéreos No Identificados –o UAP, como los denomina ahora el Pentágono– y el informe que presentó la NASA en septiembre, han vuelto a llevar la cuestión a la discusión pública. Consultado por Acción, Marcelo Colazo, actual gerente de vinculación tecnológica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), reflexiona sobre estos interrogantes desde una perspectiva científica, alejada de las influencias de la cultura popular.
Colazo es astrónomo egresado de la Universidad Nacional de La Plata y ha participado en proyectos científicos de cooperación internacional. Lleva adelante investigaciones radioastronómicas y coordina el uso científico de las antenas de espacio profundo instaladas en la Argentina. También realizó desarrollos de software para aplicaciones de información satelital y fue jefe de la Estación Terrena Córdoba de la CONAE en Falda del Carmen y luego Responsable del Área de Estudios Ultraterrestres y Clima Espacial.
–¿Cuáles son las posibilidades de que exista vida inteligente fuera de la Tierra?
–Creo que las posibilidades son muy altas considerando la cantidad de estrellas que hay en nuestra galaxia, hablamos de 100.000 millones de estrellas; y también hablamos de cientos de miles de millones de galaxias en el universo; la probabilidad de que seamos el único planeta habitado me parece muy poco factible. Más aún con el avance tecnológico que existe hoy en cuanto a observaciones astronómicas, el cual nos permite poder descubrir exoplanetas; o sea, planetas que están orbitando otras estrellas. Eso muestra que los planetas son algo común y seguramente también lo sea la vida.
–¿Cuáles serían las posibilidades, de existir, de que esa vida esté visitando nuestro planeta? 
–Que esa vida nos esté visitando es otro tema. En mi opinión, creo que esas posibilidades son bastante bajas, dado las distancias involucradas para ir de un sistema planetario a otro. Teniendo en cuenta que la estrella más cercana al sol está a 4 años luz –o sea, la luz viajando a 300.000 kilómetros por segundo tarda cuatro años en llegar–, obviamente son distancias que no se podrían cubrir en el transcurso de una vida humana.
–Es decir que las visitas son difíciles. ¿Y otros medios de contacto?
–Lo mismo ocurre con el tema de las comunicaciones. Vos decís «bueno, no podemos viajar, pero nos podríamos comunicar». Si pensamos que hay vida en otra galaxia, como Andrómeda, que está a dos millones de años luz de distancia, estamos viendo ese sistema planetario como era hace dos millones de años. Imaginemos si del otro lado nos estuvieran observando a nosotros y vieran la Tierra como era hace dos millones de años, no podrían encontrar vida inteligente ni ninguna comunicación desde la Tierra.
–Entonces está el impedimento de las enormes distancias. Pero, ¿no podría una civilización que nos lleve, no 10.000, sino 100 o 500 millones de años de adelanto haber resuelto ese problema?
–Respecto a si podría haber una civilización avanzada que pudiera encontrar la manera de torcer el espacio-tiempo, y poder hacer un túnel e ir a otro lugar en el espacio, en el tiempo, eso sería una especulación, algo que hoy no existe, no tenemos información. Yo me tengo que basar en los datos, en la información que dispongo y con lo que sabemos hoy no sería posible. Si una civilización muy, muy avanzada puede encontrar la manera de moverse en el espacio y en el tiempo y poder estar recorriendo el universo independientemente de las distancias… bueno, ahí sí podrían estar visitándonos, pero calculo que en ese caso su manifestación sería muy distinta a lo que vemos hoy, como estos objetos voladores que aparecen y son observados. 
–Recientemente el Pentágono blanqueó un programa para estudiar los Fenómenos Aéreos No Identificados y en agosto hasta abrió un sitio web con videos filmados por militares. Ahora la NASA se ha decidido a investigar los UAP, ¿qué pudo haber cambiado?
–Lo que ha cambiado es la cantidad de información que hay hoy, la manera de poder procesar una gran cantidad de información. Lo que la NASA propone es hacer un estudio científico, sacar las especulaciones, el sensacionalismo, e investigar hechos, datos; o sea, recolectar la información que hay –el problema es que la información de los hechos en sí es poca–, y poder hacer un estudio científico y determinar si ese objeto que no se puede saber qué es tiene alguna explicación científica.
–¿Podrían las agencias espaciales como la NASA verse más involucradas en el tema?
–Creo que lo que la NASA se propone es algo más para un futuro próximo. Ahora contamos con un montón de información que viene de las cámaras que están instaladas por todos lados, todos tienen un celular que pueden sacar una foto, el problema es llegar a poder manejar esa cantidad de imágenes de una forma que esté calibrada, que sea útil y que tenga información suficiente para después poder hacer un estudio científico. Me parece muy interesante también, de manera personal, el que por ejemplo la NASA pueda desarrollar algún tipo de aplicación que todos puedan tener en su teléfono y ante este tipo de eventos uno pueda usar esa aplicación para captarlos, sabiendo que eso va a generar la información de metadatos necesarios para poder hacer un análisis científico de ese evento.

Estás leyendo:

Sociedad ENTREVISTA A MARCELO COLAZO

Un universo millonario en estrellas

Dejar un comentario

Tenés que estar identificado para dejar un comentario.