10 de septiembre de 2018
Siete millones de suecos votaron este domingo en el que la ultraderecha logró un avance inédito. Con el 17,6% de los votos, según el 99,6% escrutado, los xenófobos Demócratas Suecos (DS) cosecharían el mejor resultado de su historia. Seguirían siendo la tercera fuerza más votada pero con casi cinco puntos más de apoyo que en los pasados comicios en 2014, cuando obtuvieron el 12%. El partido socialdemócrata fue el más votado con el 28,4%, lo que significó el peor resultado de su historia. Con esta dinámica se produjo una polarización donde el partido del hasta ahora primer ministro, Stefan Löfven, quedó primero pero no le dan los números para tener mayoría de Gobierno con los demás aliados de izquierdas. Juntos obtienen el 40,6% de los votos (144 escaños); y la Alianza de derechas (Moderados, Centro, Liberales y Democratacristianos) el 40,3% (143 escaños también). La mayoría está en 175 asientos. Por su parte, la derecha pidió la dimisión de Löfven, quien sostuvo: «En las próximas semanas hablaré otra vez como primer ministro».