Opinión

Carlos Heller

Dirigente cooperativista

Inflación en la pendiente

Tiempo de lectura: ...

El dato de la inflación de noviembre, de 4,9%, hay que ponerlo en línea con el objetivo que el Gobierno se plantea en esta materia, que es ir logrando un recorrido descendente. El Presupuesto 2023 plantea un nivel anual de 60%, lo que equivale a un promedio de suba mensual de 4%, considerando el efecto acumulativo. Y en la proyección extendida se prevé una inflación de 44% en 2024 y de 33% en 2025. Es decir, una pendiente que evite las políticas de shock, que permanentemente aparecen reclamando los economistas de pensamiento neoliberal.
Desde ese sector se suele hablar de la «desbocada emisión monetaria», pero el aumento interanual de la base monetaria hasta noviembre fue de 39,4%, muy por debajo de la inflación.
Por otra parte, si se mira la evolución del tipo de cambio oficial, que es el que se utiliza para las importaciones y exportaciones, también se observa una suba inferior al registrado por el índice de precios.
Lo cierto es que la baja de la inflación coincide además con un fortalecimiento de las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), debido a distintas políticas que se aplicaron con este fin.
En estos días hubo otro hecho que no se puede dejar de resaltar. Mientras innumerables notas periodísticas decían que el Gobierno iba a tener dificultades para lograr la renovación de los 412.000 millones de pesos en vencimientos de deudas del Tesoro, lo que ocurrió fue que se presentaron ofertas por 1,2 billones y se aceptaron 785.000 millones de pesos. Es decir, se tomaron 373.000 millones de pesos más de lo que vencía. Con lo cual el ministro de Economía, Sergio Massa, pudo reafirmar la idea de no financiarse con adelantos transitorios del BCRA.
Volviendo a la inflación, está claro que nadie puede festejar un nivel de 4,9% mensual, que es un número altísimo. Lo que hay que destacar es que, sin entrar en políticas recesivas ni recetas de shock, pareciera que hemos comenzado a recorrer un camino descendente, frente al 7,4% de suba en el mes de julio.
En este contexto el BCRA sostuvo la decisión de mantener tasas pasivas positivas, para que los ahorristas no se orienten al mercado cambiario. Se ha logrado con eso que la gente no busque «protegerse» con la compra de dólares. Es probable que estas tasas comiencen a descender, acompañando la evolución de la inflación.
La realidad es que si alguien, a fin de julio, compró 100 dólares ilegales, perdió mucha plata. De haber puesto los pesos que tuvo que utilizar en un plazo fijo ajustable, hoy podría comprar un 50% más. Pero esto no se publica porque nunca sale lo que se pierde con algunas decisiones desacertadas.
Desde luego, esta es la misma Argentina endeudada que superó la pandemia de Covid-19, que enfrenta las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, y que tiene desequilibrios de distinto tipo. Pero que está trabajando para ordenar la situación sin tener que recurrir a políticas recesivas y de shock, lo cual permite sostener el ritmo de crecimiento de la producción y el empleo.

Góndolas. Si bien el índice inflacionario sigue siendo alto, comienza a marcar una tendencia a reducirse gradualmente.

Foto: NA

Estás leyendo:

Opinión | Carlos Heller

Inflación en la pendiente