15 de abril de 2023
Conductor de un popular ciclo que se emite vía YouTube, entrevistó a las principales figuras de la política y la cultura. Periodismo, militancia y redes sociales.
Interlocutor. Con cientos de miles de reproducciones en YouTube, la charla con el presidente Alberto Fernández desató la polémica en Twitter.
La palabra «Rebord» fue tendencia en Twitter casi todos los días durante la última semana. Una serie de tuits de la politóloga y escritora María Florencia Freijo generaron la chispa que encendió la hoguera digital. Sobre todo uno que terminaría borrando: «Necesito que el ámbito joven del peronismo revea posta a los ídolos del entretenimiento que construye, porq (sic) siempre son el mismo perfil de chabon (sic) soberbio con denuncias por abuso contenidas que en cualquier momento saltan jajaja qué bueno estar acostumbrada a q me puteen». Aludía a Tomás Rebord, abogado y conductor de El Método Rebord, un peculiar ciclo de entrevistas que se emite por un canal de YouTube del mismo nombre. El detonante fue la entrevista que estrenó el 2 de abril al presidente Alberto Fernández. La misma, de 2 horas 13 minutos de duración, cuenta con 447.288 reproducciones al cierre de esta nota. Una pequeña ola terminó generando un tsunami en el océano virtual.
Freijo terminó publicando el 10 de abril un hilo en la red social del pajarito en donde pidió disculpas y Rebord las aceptó de manera pública en otro de sus ciclos habituales, MAGA (sigla de «Make Argentina Great Again»), programa que se emite los lunes de 20 a 21 por Nacional Rock. Esta no fue la primera –y es muy probable que tampoco sea la última– polémica que involucra a este joven, exmilitante universitario y creador de un multiverso de contenidos que ha generado una efusiva comunidad. ¿Quién es Rebord, cómo llegó a entrevistar al presidente y por qué está en boca de todos?
Nació el 6 de julio de 1993 en la Ciudad de Buenos Aires. A los trece años, según se cuenta en una entrevista publicada por la revista Rolling Stone, se maravilló con la lectura de El hombre mediocre, de José Ingenieros. Quizás allí radique el quid de cierta grandilocuencia retórica que lo caracteriza y que, entre otras, incluye participaciones humorísticas en el programa radial Caricias significativas (El Destape), un conversatorio con Felipe Pigna que circula por diversos teatros, columnas políticas con Luquitas Rodríguez en Paren la mano (Vorterix), y un podcast sobre historia (Storybord). Tiene una productora, Grupo Criolla, que asociada a la plataforma Corta produce desde 2021 el ciclo El Método, que acumula 51 emisiones.
La particularidad de las charlas que conduce en la web radica en la extensión y el tono. El formato es más bien el de un diálogo descontracturado. La duración puede oscilar entre una y hasta tres horas, algo llamativo en tiempos de formatos efímeros. Por allí pasaron políticos, periodistas, músicos, influencers y comunicadores que van desde Jorge Asís a El Bananero (récord de vistas hasta el momento con más de 800.000 reproducciones) y Mariana Enríquez.
Rebord también entrevistó allí a varios funcionarios y políticos identificados con el peronismo/kirchnerismo como Juan Grabois, Sergio Berni y Máximo Kirchner, entre otros. Militó en la agrupación universitaria La Mella, identificada con la izquierda popular latinoamericana no trotskista. Es por eso que, también, sus contenidos generan revuelo en dicho ámbito. En algunos portales, como TN, se lo presenta como «abogado kirchnerista».
Comunidad virtual
Cientos de usuarios que lo siguen crearon cuentas en Twitter bajo diversos alias ligados al término «HAGOV» (la sigla de «Hacer Argentina Grande Otra Vez») y se autodenominan «hagoveros». No solo interactúan con todo tipo de productos creados por Rebord sino que también citan sus frases, imitan su estilo a la hora de expresarse –una suerte de cruza entre solemnidad y grandilocuencia con una elevada cuota de humor ácido y absurdo– y crean memes con su cara. En estos días, Freijo los acusó públicamente de haberla amenazado a ella y a su hijo.
Además de la reciente polémica con la escritora y militante feminista que lo volvió trending topic, Rebord había sido motivo de debate público en agosto del año pasado por un Método dedicado a Fernando Vaca Narvaja, exmiembro de la conducción nacional de Montoneros. Allí se lo criticó por no repreguntar ante sus dichos de que la Contraofensiva montonera había sido «un éxito». Esto generó un tenso intercambio de tuits y editoriales en sus respectivos programas entre Rebord y el periodista económico Alejandro Bercovich. Este tuiteó: «Si no querés conocer la historia de Vaca Narvaja antes de hablar con él, asunto tuyo. Si hay gente que te celebra, te felicito. Pero si querés hacer grande la Argentina otra vez y no hacerles un favor a los represores, mejor leé un poco sobre qué fue la Contraofensiva montonera». Rebord terminó respondiendo: «Parte de una premisa osada que el “periodismo” no suele conceder: creer que la gente no es estúpida y es capaz de sacar sus propias conclusiones. La búsqueda del MÉTODO entonces es presentar al espectador el abismo que le devuelva la mirada JUSTO donde el “periodismo” fracasa».
Si uno se deja llevar por las opiniones vertidas en redes sociales en los últimos días, Rebord parecería ser uno de los comunicadores más relevantes hoy en día. Su estilo parecería cuestionar ciertas estructuras y molestar a ciertas miradas tradicionales del periodismo. Sus producciones acumulan miles de seguidores y El Método cuenta con 182.000 suscriptores en YouTube. A esto se le suma la circulación de fragmentos de sus extensos diálogos que se vuelven virales. Sin embargo, en cuanto a cifras aún se encuentra lejos de otros youtubers argentinos como Dai Hernández (2,9 millones de suscriptores) o Damián Kuk (1,73 millones) y ni que hablar de figuras internacionales (el español Rubius es uno de los más populares y cuenta con más de 40 millones de suscriptores).
¿Pero acaso todo pasa por los números? ¿La potencia del rebordismo radica en la irreverencia de sus productos o en el fervor de su comunidad de fanáticos? ¿Su obra seguirá calando hondo en la esfera pública o se convertirá en polvo arrastrado por el viento digital? Solo el tiempo lo dirá.
