15 de febrero de 2024

Cristian Carrillo

Los sectores más dinámicos de la economía ya registran una retracción y proyectan caídas mayores. Automotrices y construcción entre los sectores más afectados.

En el contexto de los pésimos datos que evidencian las cámaras comerciales e industriales acerca de la actividad económica en el marco del ajuste impulsado por el Gobierno nacional, sobresalen la menor producción automotriz y la parálisis de la construcción. Desde diciembre comenzó a registrarse una fuerte caída en estos rubros, los más dinámicos por generación de empleo y proveedores de la economía argentina. La caída en las ventas, por la pérdida de poder adquisitivo y el incremento de los insumos, está impactando en sectores que son clave para el crecimiento.
El plan de ajuste del Gobierno congela la actividad, eso redunda en menor recaudación y lleva, si se sigue buscando el equilibrio fiscal, a mayor ajuste. En el medio está la población que consume cada vez menos. En enero, las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas experimentaron una significativa disminución del 28,5% en comparación con el mismo período del año anterior, según la medición a precios constantes.
A nivel intermensual desestacionalizado, se registró un descenso del 6,4%. El inicio del año se caracterizó por un mal desempeño en el sector comercial, marcado por escasas transacciones y una baja afluencia de público en los locales, señala un informe de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME). Seis de los siete rubros relevados en enero registraron caídas interanuales en sus ventas. La mayor retracción anual se detectó en Farmacias (-45,8%), seguido por Alimentos y Bebidas.

En retroceso
La devaluación del tipo de cambio oficial del 53% ocurrida en diciembre de 2023 redujo el salario real de los trabajadores, pero, se supone, debería haber mejorado las ganancias de las industrias y su competitividad exportadora. No obstante, la inflación en los productos industriales fue mayor que el promedio y, por lo tanto, los efectos de la devaluación en términos de la competitividad se diluyeron rápidamente, de acuerdo con un informe del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, que describe la crisis que atraviesa el sector pyme.
Pero también afecta a la industria en su conjunto. La industria automotriz y la actividad de la construcción arrojaron fuertes caídas en sus niveles de actividad en el primer mes del año. En el primer mes del año continúan sumándose los sectores que dan cuenta de la recesión económica.
La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) informó que la fabricación de vehículos en enero cayó 16,7% interanual, mientras el Índice Construya, que refleja la demanda de insumos para la construcción, registró una retracción de 29,2%.
De acuerdo con los datos de ADEFA, en este primer mes del año, se produjeron 22.643 vehículos, un 38,8% por debajo del volumen de diciembre y fue 16,7% menor respecto de las 27.184 unidades que se produjeron en enero de 2023. El reporte de la entidad que reúne a las terminales radicadas en el país precisó que con el receso estival que se extendió hasta mediados de enero las terminales automotrices contaron con un total de 11 días hábiles de actividad, dos jornadas menos que el mes anterior.

El volumen de vehículos exportados durante enero ascendió a 15.302 unidades y registró una baja de 29,8% en su comparación con diciembre y 34,7% más respecto de enero de 2023. Continuando con el análisis del comportamiento del sector automotor en enero, el sector comercializó a su red de concesionarios 15.942 unidades, un 36,4% menos respecto de diciembre y un 27,9% menos en su comparación con enero anterior.

En todos los rubros
«Producto del receso estival de la mayoría de las terminales que se extendió desde mediados de diciembre hasta mitad de enero, sumado a temas de estacionalidad y coyuntura, el sector inició el año con los principales índices a la baja», señaló Martín Zuppi, presidente de ADEFA. Por el contrario, destacó que «la excepción fueron las exportaciones que, producto de la mejora de los envíos a Brasil (131%), alcanzó una participación sobre la producción del 67,6%, reafirmando el perfil exportador del sector».
En diciembre de 2023, 14 de las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. Ordenadas según su incidencia en el nivel general, se registraron caídas en Maquinaria y equipo, 36,3%; Alimentos y bebidas, 7,8%; Industrias metálicas básicas, 25,4%; Otros equipos, aparatos e instrumentos, 42,2%; Sustancias y productos químicos, 9,2 %; Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras, 26,6%; Productos de metal, 16,2%; Prendas de vestir, cuero y calzado, 13,1%; Madera, papel, edición e impresión, 7,8%; Productos minerales no metálicos, 9,3%; Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes, 2,2%; Productos de caucho y plástico, 2,1%; Productos textiles, 2,5%; y Productos de tabaco, 10,8%.
La actividad de la construcción también registró en diciembre una baja de 12,2% respecto de igual mes de 2022. El acumulado de 2023 del índice serie original presenta una baja de 3% respecto a igual período de 2022, informó el Indec. Respecto a noviembre, la serie desestacionalizada registra una variación negativa de 8,8% respecto al mes anterior. Las previsiones de las empresas del sector son negativas e impactarán en el empleo, que hasta noviembre del año pasado registraba una tendencia alcista.
De acuerdo con el informe del Indec, los datos del consumo aparente de los insumos para la construcción en diciembre de 2023 muestran, con relación a igual mes del año anterior, una excepción en la suba de 6,8% en pisos y revestimientos cerámicos. Lo demás, todo en caída. Se observaron bajas de 51% en asfalto; 26,2% en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción); 24,2% en mosaicos graníticos y calcáreos; 24% en hormigón elaborado; 17,3% en yeso; 13,1% en cemento portland; 12,2% en hierro redondo y aceros para la construcción; 4,8% en artículos sanitarios de cerámica; 2% en pinturas para construcción; 0,8% en cales; 0,3% en placas de yeso; y una variación negativa cercana a cero en ladrillos huecos.

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