11 de julio de 2014
Los represores Mario Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella fueron condenados, por decisión unánime, a prisión perpetua por ser responsables del crimen del obispo riojano Enrique Angelelli ocurrido el 4 de agosto de 1976. La decisión de los jueces hizo hincapié en que se trató de «una acción ejecutada en el marco del terrorismo de Estado». Los magistrados impusieron la prisión de cumplimiento efectivo y negaron el beneficio de prisión domiciliaria a los represores. La decisión del Tribunal Oral Federal Penal Nº 26 coincidió con los pedidos tanto de la fiscalía como de las querellas, entre ellas, la Iglesia Católica, que solicitó, además, que los represores sean juzgados por «odio religioso». El fallo, además, deja el camino allanado para investigar la participación de la organización parapolicial Cruzados de la Fe en la persecución del obispo.
