6 de junio de 2023

–Según afirma usted la hegemonía de Estados Unidos se halla en crisis. ¿En eso influye el gigantesco déficit estadounidense o, por el contrario, justamente la economía de la deuda en su propia moneda le permite administrar la crisis indefinidamente?
–Estados Unidos tiene la deuda más alta del mundo, cerca del 400% de su PIB; pero, mientras, exigen a todos los demás que apliquen políticas para reducir la deuda, y para ello imponen recortes en el gasto social, austeridad salarial o venta de las industrias más productivas, ellos son los únicos que están exentos. Este sistema solo puede funcionar indefinidamente si el dólar sigue siendo la moneda del comercio internacional. Los demás Estados se ven obligados a comerciar a través del dólar acumulando dinero estadounidense. Como no es convertible en oro, lo único que pueden hacer es financiar el déficit comercial y la deuda federal. Lo que intentan hacer los países del sur desde 2008 es desligarse del dólar como moneda de pago del comercio internacional. China, Rusia y otros países del Este tratan de construir un sistema monetario y financiero alternativo para escapar a la captura de la riqueza producida por el imperialismo norteamericano. Incluso Lula desearía, con Argentina, construir una moneda de cambio, el «Sur», distinta del dólar. Estos proyectos son difíciles de realizar, pero constituyen en sí mismos una declaración de guerra contra Estados Unidos, porque si funcionaran, la decadencia estadounidense, de relativa, pasaría a ser absoluta.