9 de junio de 2025
Los complejos productivos del interior del país, pese a la eliminación de las retenciones del sector, están jaqueados por importaciones, sequías y baja de precios internacionales.

Peras chinas. La mayor compañía de frutas del gigante asiático, la Botou Dongfang Fruit Co, exportó su primer cargamento a Argentina.
Foto: Acción Archivo
El Gobierno de Javier Milei desreguló el ingreso de distintos productos alimenticios, y de esa manera puso contra las cuerdas a las economías regionales, pese a la medida –casi testimonial– de eliminar sus derechos de exportación. El mes pasado, la oficina aduanera local de la Administración General de Aduanas de China (GACC) informó que se había despachado, con destino a Argentina, un cargamento de peras de la mayor compañía del sector en el gigante asiático (Botou Dongfang Fruit Co). El temblor se sintió en Neuquén, donde habitan los principales productores de peras y manzanas del país.
La destrucción del mercado interno y la pérdida sistemática del poder adquisitivo de los salarios e ingresos de trabajadores y trabajadoras puso en jaque a las producciones de algodón, arroz, cítricos dulces, mandioca, peras y manzanas, vino y mosto y yerba mate. El año pasado estos sectores hicieron su aporte a la canasta exportable, ya que explicaron el 21% del total exportado por las cadenas agroindustriales y el 12% del total de ventas de bienes al exterior. Por ejemplo, la pesca aportó US$ 2.007 millones; lácteos, US$ 1.279 millones; maní US$ 1.190 millones; uva US$ 936 millones; forestal US$ 973 millones; limón US$ 439 millones; peras y manzanas US$ 360 millones y azúcar US$ 422 millones. Los principales complejos exportadores que conforman las economías regionales, de acuerdo al INDEC, abarcan desde productos frutícolas, hortícolas, pesqueros, hasta lácteos, maní, azúcar, tabaco, yerba mate, entre otros. En 2024, se verificó un crecimiento de las exportaciones del 15%, con 21 de los 22 complejos registrando subas. «Las exportaciones de las economías regionales crecieron un 15,3% en 2024. Casi todos los complejos exportadores de las economías regionales mejoraron su performance respecto a los niveles de 2023, con la excepción del complejo porotos», señala la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Sin embargo, este año ya arrancó en negativo.
Panorama
La diversidad territorial de Argentina tiene como correlato la variedad de economías regionales que florecen en todo el país. Cada región desarrolla actividades productivas vinculadas a sus condiciones naturales, tradiciones locales y ventajas comparativas. En el actual contexto, la macroeconomía no beneficia al sector. El tipo de cambio real multilateral se ubica 9% por encima de 1997 y 26% por debajo del promedio de los últimos 18 años, y ese es el mayor problema de las economías regionales. Que no mejora solo con la quita o disminución de retenciones. En enero de este año, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la eliminación de los derechos de exportación de manera permanente para el azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco, forestoindustria y arroz, entre otros productos. Estas medidas resultaron en un descenso conjunto de las tasas de actividad y de empleo, al 45,2% y 42,1%, respectivamente. La destrucción de puestos de trabajo en las economías regionales se vio afectada por factores como la recesión económica, la caída del empleo formal, y las disparidades en la recuperación entre regiones. Para este año, las expectativas son todavía menos favorables. Un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de Fundación Mediterránea, sostiene que «las economías regionales experimentaron en los últimos años diferentes tasas de recuperación económica, lo que ha generado desigualdades en el empleo». «En la medida en que se mantenga el statu quo en la política cambiaria, surge el interrogante acerca de cómo financiar el desequilibrio de la balanza industrial», agrega el documento.

Sector vitivinícola. Mayor cosecha de uvas, mayor elaboración de vinos, pero menos ventas tanto en el mercado interno como externo.
Foto: Horacio Paone
Otro trabajo de IERAL, señala: «En términos generales, los volúmenes producidos en estas actividades son menores a los de los commodities, y en varios casos, no están tan tecnificados, lo cual implica que son relevantes sus costos laborales. Estos últimos han venido repuntando en dólares notoriamente en los últimos meses. Se aclara que los salarios agrícolas en esas economías son relativamente bajos, pero pesa más el número de trabajadores». Sin embargo, «los costos laborales en dólares constantes son más bajos que hace ocho años atrás (cuando estaban altos), pero también lo están los precios de productos regionales». El informe cierra señalando que, en estas producciones regionales, el precio de la materia prima, por ejemplo, la fruta, es muy relevante, ya que no tiene muchas alternativas en donde venderla. «Sus precios dependen fuertemente de los precios de los productos derivados y de las cosechas. Por ejemplo, en el sector vitivinícola ha habido mayor cosecha de uvas y, por ende, mayor elaboración de vinos, pero cuesta incrementar las ventas, tanto en el mercado interno como externo. A eso se agregan los mayores costos laborales, por lo que los precios de las uvas se han rezagado mucho con respecto a la inflación. Algo similar ocurre con la fruta en el Alto Valle y con la yerba mate en el NEA. Es decir, un problema para productores».