4 de diciembre de 2018
El gobierno francés anunció este martes que suspenderá durante seis meses la suba del impuesto a los carburantes y congelará los precios de la luz y el gas durante el invierno, como respuesta para calmar las protestas de los «chalecos amarillos», el movimiento popular nacido en las redes sociales que expresa su oposición ante los incrementos. «Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la Nación», manifestó el primer ministro Edouard Philippe en referencia a las protestas que se registraron el último fin de semana. El alza del impuesto a los carburantes, que debía entrar en vigor el 1 de enero, fue el detonante de las protestas de los llamados «chalecos amarillos», un movimiento atípico sin líder ni estructura. «Hay que estar sordos» para «no escuchar la cólera» de los franceses, concluyó el primer ministro francés durante un discurso retransmitido por televisión.